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Enviado Especial por casualidad.

Enviado Especial por casualidad. Por Joel Lachataignerais Popa

Como cualquier periodista anhela una buena noticia. Siempre tuve el deseo de tener entre mi agenda la posibilidad de enviar a los periódicos y emisoras en las cuales escribía, algo relacionado con el Che.Esta anécdota rememora una de las últimas ocasiones en que el Che Guevara visitó mi ciudad natal, Bayamo, en el Oriente de Cuba. Debió ocurrir en octubre de 1964.
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Un periodista no puede pensar que su trabajo está limitado por áreas, espacios y tiempo. Siempre hay preferencias. Puede gustarle mas ser reportero o redactor, hacer comentarios que noticias, trabajar en los medios escritos que los aéreos, hacer su actividad de día que de noche, de lunes a viernes que el sábado. Un periodista no tiene ni horario, ni tiempo fijo de accionar en sí mismo. Usted desconoce cuando va a tener que actuar y debe siempre estar listo para ir al combate..
Un día de octubre de 1964 ocurrió una noticia de las que se esperan y que pueden convertirte en testigo de la historia, aunque toda noticia está relacionada con la historia, pero no siempre se siente tan cerca estarla tocando. Ciertamente la había acariciado una vez, en 1960, cuando la Juventud convocó a un acto de masas en el stadium o un sitio similar, para el juramento de las Milicias, y por razones familiares no pude asistir. Entonces delegaron esta tarea a otro compañero. Tuve que lamentarme cuando mis compañeros vinieron a contarme de la presencia del Che.
Esta vez fue diferente. Me avisaron para que estuviera presente. Fui conociendo todos los lugares que él visitaba. Cuando llegaba, ya se había ido. Parecía un juego a los escondidos, o una carrera maratónica, encuéntrame si puedes. Como habíamos aprendido que toda tarea se debía cumplir pase lo que pase, y la misión era acudir a los lugares señalados, pues continué hasta el final de la tarde, en que una llamada telefónica me salvó de continuar de un lado para el otro. Juan González, Segundo Secretario del Comité Regional del Partido Unido de la Revolución Socialista y Narcés López Vázquez, Primer Secretario en el Municipio de Bayamo, interesados desde el primer momento en que notificaron el programa de recorrido, y me habían dado un lugar para recogerme adonde llegué tarde, no sé si fue por efecto o por defecto, ¿Sería que llegué antes o después del momento en que se adelantó todo?. Lo cierto es que volví a perder la oportunidad de ser testigo presencial de un acontecimiento donde estuviese el Che y me quedaría con las imágenes un tanto lejanas de su figura levantando las manos para saludar la multitud de cien mil alfabetizadores, cuando pasábamos frente a la tribuna de la Plaza Cívica, en La Habana.
En realidad me pidieron que hiciera una nota de aquello para Radio Bayamo. Con la comitiva vendrían periodistas de La Habana y de Santiago y entonces haría lo del Regional Pero he aquí que nadie vino. El visitante andaba solo sin periodistas. Desde Santiago pidieron que urgente pasara los datos para el “Sierra..” Y, me consideré entonces enviado especial, a quien aquellos dos testigos presenciales de todo el recorrido contarían lo acontecido. Ya había visitado algunos lugares donde el Comandante Guevara había estado y tenía vivencias interesantes, más no las que traían Juan y Narcés.
Por ejemplo, en la fábrica de Refrescos MATERVA, al comprobar la situación de la calidad del producto y que no se estaba haciendo refresco de aquella marca, que tiene su base en el MATE, llamó la atención sobre el modo en que los dirigentes debieran actuar cuando les faltan materias primas y elementos para alcanzar la calidad. La calidad se busca poniéndose todos al lado de la producción y la materia prima, buscándola, a lo mejor en la Sierra Maestra cubana, que tiene tantas vegetaciones, aparece un monte de MATE, y no tenemos que sufrir que no nos envíen desde la Argentina esa materia, porque entonces la tendríamos aquí.
Tuve el testimonio de la visita a la fábrica de Tabacos Moya, que estaba muy cerca de la de refrescos, a través del administrador, quien había estado en la Sierra una parte del tiempo junto al Che. Contaba que se sentía nervioso de saber que lo iba a tener cerca de nuevo, y que como estaba de Ministro de Industrias, sería diferente a los momentos de guerrilla, porque alzado, casi no tenía que ver con su


persona, pero ahora el Comandante estaba en el mismo negocio. Pues cuando llegó a la fábrica, el Che se sintió muy alegre de tenerlo allí, le hizo varias preguntas que pudo responder con seguridad y entonces el Jefe le recomendó algo que era una constante: estudiar, lo único que salva es saber las cosas, tienes que estudiar.
A la salida de la oficina para ir hacia el salón aquél donde se respira más nicotina que aire, el Che recibió un aplauso de todos los trabajadores y uno de ellos, a nombre de los demás, se le acercó trayéndole un mazo de tabacos que él rechazó enseguida y le pidió que le enseñara como se manejaba la maquinita de envolver los tabacos y acto seguido se sentó a la meseta chaveta en mano. Minutos mas tarde el Che tenía su medio mazo hecho, sonrió con uno de ellos en las manos y argumentó: Este sí me pertenece porque salió de mis manos, mi sudor y mi responsabilidad. No obstante quedaban allí mas tabacos hechos por él, por lo que los más cercanos a su mesa de trabajo le ofrecieron que los levara consigo. Entonces, medio en serio y medio en broma, pero con energía, según me contaron aquellos trabajadores, el Che expresó que no era lícito hacer aquello y que le estaban sugiriendo robarle al estado sus bienes, y los trabajadores tienen el deber de salvaguardar al estado produciendo muy cuidando sus producciones.
Higinio Berro, uno de mis compañeros de la UJC, era el Secretario General de la organización juvenil en la fábrica de leche condensada, (productos lácteos, como ya se le denominaba), y estuvo presente en la estancia del Che en aquella la más antigua industria de la ciudad de Bayamo.. Allí visitó los talleres, recorrió el área de producción, dialogó con los principales dirigentes administrativos y políticos, y al salir, los dirigentes de los trabajadores le invitaron a un trabajo voluntario: bromeó diciéndoles, parece que ustedes nada mas esperan a que uno venga para hacer trabajo voluntario. Miren, ahora no puedo, hagan el suyo que yo vuelvo. Y ya justo en la puerta, Higinio le ofrece su mano porque Che había preguntado por el trabajo de la juventud comunista, le explicó lo que se hacía y aprovechó para decirle que el estelar lanzador de los equipos Cuba de pelota, Manuel Alarcón (El cobrero), quería saludarlo. Y allí estaba la estrella del box, el vencedor de tantos y tantos episodios en Cuba y fuera de Cuba. Che le tendió la mano a la vez que preguntaba:
- ¿Dime, estás estudiando?. Imagino que tú que generas tantas glorias estarás en las aulas del seguimiento y la superación obrera....
A la salida, el legendario rebelde argentino-cubano, había comprometido a todos a seguir estudiando y a Manuel Alarcón, con la siguiente frase:
- Yo admiro cada lanzamiento tuyo para ganar un juego para Cuba. Ahora quiero admirarte ganado en la pelea de los estudios, entonces el saludo tendrá un mejor sabor...

Y salió del edificio aclamado por los trabajadores.

Habían visitado una granja que estaba situada en el oeste de la ciudad de Bayamo, la”Hermanos Lotty”, y el regreso se hacía en varios vehículos. Uno de ellos se detuvo por una rotura. Era en el que viajaba el Che. Juan González y otros compañeros le propusieron cambiar de vehículo infructuosamente, e igual le sugirieron dejarlo y que otro compañero lo ocupara hasta que llegara un técnico, a fin de cuenta ya faltaban como dos o tres kilómetros para llegar a Bayamo. Se negó también inquiriendo que fueran delante, que él los alcanzaba en Bayamo. No era posible dejarlo. Entonces un grupo se fue a buscar un mecánico para mandarlo al lugar, mientras otro grupo hizo caso omiso de sus apelaciones de irse...Che recogió su camisa al codo y puso mano a la obra impidiendo cualquier apoyo que no pidiese. Un rato más tarde, cuando ya se veía que venían los que debieron traer un mecánico, Ernesto se levantó con rostro triunfal... y pudieron seguir adelante.
En la entrada un kilómetro o dos después del cementerio se aproximan a un sitio conocido en Bayamo como La Guariana, donde estaba un vehículo de alquiler de aquella agrupación de choferes que pertenecía a una organización llamada ANCHAR (Asociación Nacional de Choferes de Alquiler), creada para hacer frente a los que trataron de frenar el sistema de pasajes por taxis. Este hombre estaba tratando de poner en marcha su carro, pero no podría pasar más nadie, cuando la comitiva llegó al lugar. Entonces el desesperado chofer le pidió al “compañero oficial”que por favor “le diera un empujoncito”.Por supuesto, aquél oficial retrocedió un poco, colocó su defensa delantera junto a la de atrás del trastornado carro de la ANCHAR, lo empujó suavemente, se produjo la arrancada y el hombre abrió paso para esperar y demostrar que estaba agradecido...Muchas gracias dijo el hombre, al tiempo que de nuevo perdía la arrancada, pues no imaginaba que el Che alguna vez le hiciera ese favor. Tuvo que volver a buscarse otro “voluntario”.
El colofón de la visita fue una reunión en la que el Che explicó el propósito de construir en Bayamo una textilera, que daría trabajo a más de quinientas mujeres, y que de ser posible tendría alrededor suyo las viviendas, el círculo infantil, la escuela y todas las facilidades sociales. La idea, era reunir toda la producción de kenaff en esa industria nueva, teniendo en cuenta que Bayamo es el centro de todos los sitios orientales en que se siembra esa planta, que la hay en Holguín, Las Tunas al sur y el centro y este de la ciudad Monumento. A los compañeros del PURS y del Poder Local ( versión originaria del Poder Popular , surgida de la Junta Central de Inspección Ejecución e Inspección, JUCEI), el Che les dio indicaciones de todo lo que se debía hacer incluyendo la divulgación.
El periódico Sierra Maestra, publicó en su primera plana el siguiente titular:

CONSTRUIRÁN EN BAYAMO IMPORTANTE TEXTILERA.
- Dará empleo a más de 500 mujeres.



(Tomado del libro: COMO ME HICE PERIODISTA)

Autor: Joel Lachataignerais Popa
joecklouis@gmail.com

1 comentario

Barbarita Labrada Rodriguez -

Es interesante lo que pormueves. Podrias ser mas breve, pero lo que cuentas es interesante.
Te saludo

baby