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Desde los días de la Sierra la justicia es así

Desde los días de la Sierra la justicia es así

 

 Joel Lachataignerais Popa jlpopa@enet.cu

 

 La revolución cubana tiene en su haber del don de la justicia. Se tomaban prisioneros y regresaban a sus lugares de origen. Consta en los archivos de la guerra, que nunca fue tomado un prisionero y luego sometido a torturas. Pero los criminales las creen necesarias, y las legitiman, incluso en sus cursos de formación d oficiales de sus ejércitos y tienen hasta manuales para ello.

Yo recuerdo las revelaciones que aparecieron en la prensa cubana en 1959 y 1960, cómo aquellos que fueron alumnos de las escuelas militares norteamericanas y que ocuparon ranos de oficiales, eran expertos en el empleo de métodos de tortura increíbles.

Las mismas que depuse hemos sabido usan los escuadrones de la muerte y cuanto asesino apareció en América Latina en todos estos años. Dentro de ellos, el mentiroso multilateral, Luis Posada Carriles, quien debe tener muchos carriles de crímenes por declarar y muchas posadas necesarias donde enclaustrar su prisión necesaria.

Es aconsejable para quienes trituran vidas humanas con aviones invisibles y teledirigidos, cobardes al fin, que emplean el saber humano en mente guerrerista, que lean en las páginas del líder cubano sus experiencias militares.

Fidel en sus dos libros más recientes: Por todos los caminos de la Sierra La Victoria estratégica y De la Sierra Maestra a Santiago de Cuba: La contraofensiva estratégica, relata varios momentos en que los prisioneros y heridos fueron atendidos por los médicos y soldados de la tiranía, fueron respetados, curados y regresados a sus hogares o unidades militares.

Muy distinto con el tratamiento seguido sobre Raúl Ernesto Cruz, el hombre que colocó bombas en hoteles habaneros en vez de pena de muerte, cumplirá 30 años de prisión. Este terrorista es sancionado, y la revolución, benévola como siempre, recurre a los métodos empleados desde los primeros días.

Ojalá Bush y sus seguidores, Obama y compañía se miraran por dentro y palparan a ver si tienen un corazón en el pecho.

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