NO PUEDO DECIR FELIZ JUBILACIÓN, JUAN, DEBO DECIR FELIZ NACIMIENTO, AMIGO
- Un gran amigo dice adiós a la profesión: ya no narrará más ni analizará nuevamente en las redacciones da radio y televisión.
- ‘Juan Emilio Batista es una gente buena. De esas gentes así, que no se olvida: felicidades y de seguro que por ahí nos veremos’ Héctor Rodríguez, Narrador de TV.
Por: Joel Lachataignerais Popa
jlpopa@enet.cu joeclouis@gmail.com
Los más modestos y sencillos hombres no tienen cuna de procedencia. Entre ellos hay muchos que nacieron en lujosas camas, privilegiados por la explotación de sus familias a los otros, aquellos que no tuvieron nunca nada que ostentar. Por lo general entre unos y otros existe una diferencia que es como un cristal: las virtudes.
Este 16 de noviembre de 2009, en su casa humilde de la ciudad de Las Tunas, la comunidad de la Calle Lico Cruz, entre Maceo y Gonzalo de Quesada, tributó un homenaje que vale por toda la vida, a uno de esos hombres que tienen en la piel la coraza de haber vivido sostenido por los principios, con una trayectoria que regala libros de experiencias y ejemplos de humanidad perenne, de un tipo de profesional profuso difícil de imitar. Era la ceremonia del abrazo al último día laboral.
La vida de Juan Emilio Batista Cruz, está signada por la media del cubano que vivió el Siglo XX en medio de tales dificultades que aparecen soldadas a los recuerdos… de la nada, de entre una familia sumamente humilde, emergió soñando un futuro, pero viviendo cada vez un duro presente que le marcó aquel amargo pasado que se debió borrar en los combates del pueblo que ayudó a fomentar.
Muchas veces lo he escuchado contar su historia. Las imágenes sombrías del niño que tuvo que ayudar a su padre desde muy temprano a vencer el cada día de vivir; no tuvo toda la felicidad de otros niños que aunque pobres, logaron ir a la escuela: él conjugó el aprendizaje – en medio de una inteligencia intelectual que nació en su yo - con diversos oficios propios de las gentes del pueblo.
Su padre, honrado, luchador popular, miembro del Partido Socialista Popular, le fue trasmitiendo una formación honesta, de fomento altruista, laborioso, solidario: y así se fue haciendo hombre, en medio de los momentos en que la situación del país avanzaba y en las montañas y las ciudades, la noche deparaba un amanecer de mejores condiciones.
El muchacho vio el paso de los barbudos. Se incorporó, como muchos otros, a las tareas emanadas del proceso revolucionario surgido en Primero de enero de 1959: las milicias, la Asociación de Jóvenes Rebeldes…y logró estudiar y abrirse pasos, hasta conquista, con muy buenos resultados, la Universidad para trabajadores: se hizo, como había querido, periodista.
Los periódicos tuneros guardan testimonios de su obra, sobre todo ‘26’, donde su nombre reza como fundador; y la Radio, en la cual tiene el privilegio de ser iniciador de las emisiones noticiosas, junto a otros muchachos de su época, como Florencio Lugones Andrés y Luis Manuel Quesada Kindelán, y Eddy López Sánchez.
Con éste último su nombre aparece registrado en la faceta periodística que mas le distinguió, pues casi toda la vida la ha dedicado a escribir, narrar y comentar deportes. Así se fueron 42 largos años, hasta que en esta fecha, le llegó un adiós, que mas bien parece ¡hasta luego!
Cuando por la Televisión Nacional trasmitieron unas imágenes en que se le vio recibiendo un diploma entregado en el Estadio ‘Julio Antonio Mella’ para reconocer su larga trayectoria en beneficio del deporte cubano, los comentaristas elogiaron su trabajo, rememoraron frases que lo hicieron popular y, Héctor Rodríguez, lo caracterizó con palabras breves y verdaderas: ‘Juan Emilio Batista es una gente buena. De esas gentes así, que no se olvida: felicidades y de seguro que por ahí nos veremos’
Cuando alguien decida hacerlo, deberá anotar en su libro biográfico que durante mucho tiempo fue el Organizador Provincial de la Unión de Periodistas de Cuba en Las Tunas. deberá anotar que es el padre de dos extraordinarios profesionales: Uno Noide, brillante médico radicado en la capital del país, La Habana, y Norge, la figura principal de entre los trovadores actuales de Las Tunas, con un reconocimiento extendido por naciones de Europa, fundamentalmente España y Portugal.
Yo que los recuerdo todos los días como entre mi sangre, admiraré a aquel internacionalista que durante su permanencia en Angola, escribió reseñas, crónicas, entrevistas, en aquella columna titulada ‘Tuneros en Angola’ que tiene todo el contenido de un hermoso libro. Y festejaré, en cada amanecer de vida sus gratas charlas que desgranan la naturalidad de las crónicas al pasar. No puedo decir feliz jubilación, JUAN, debo decir feliz nacimiento, amigo.
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