Y bailando los cubanos llegamos a 2013
La experiencia familiar a la cocnina...
Joel Lachataignerais Popa jlpopa@enet.cu joecklouis@gmail.com
Desde el 30 de diciembre con la fuerza del amor y la nostalgia por tiempos pasados, a la escucha de músicas de todos los tiempos, mujeres y hombres de Las Tunas hicieron fiestas colectivas laborales y la mayor parte festividades familiares calzadas por la proximidad del aniversario 54 del triunfo de la Revolución de 1959.
Vi niños, niñas, jóvenes, abuelos, padres desde muy jovencitos hasta muy avanzados de edad, apretarse unos a otros en la fiesta donde la familia, con su asado de frente – cerdo, lechón, puerco, macho, como quiera que le digan- macerándola vara sobre el fuego, una botella de la marca deseada para ‘bajar la grasa con el ron cubano’, o saboreando las marcas más populares de la cerveza nacional.
Así mientras unos pelaban las viandas, había quien con manos diestras hacían la ensalada, preparaban un saladito para los que trabajaban los asados, escogían la música, y los que estaban libres de responsabilidades ajustaban las ropas de los niños o cuidaban de la proximidad de aquellos a las zonas de cocina.
Y la ciudad de Las Tunas se veía como arder desde las azoteas. Como chimeneas populares desde todos los patios ascendía al cielo el humo perfumado por los asados…
Así ascendieron las horas, se acababa el 31 llegaba el Primero de Enero, y en medio del estruendo de las balas de los cañones de La Cabaña, en La habana, el Himno Nacional y el abrazo de todos abría con un cierre simultáneo el final de lo pasado y en advenimiento de lo nuevo.
Y entre platos, caldos, viandas, casabe (torta tradicional cubana de yuca), carnes asadas, bebidas, besos, abrazos y anécdotas, llegó la luz desde el horizonte viajero del tiempo.
Vinimos a la nueva etapa, bailando, cometiendo, fiesteando, amando el porvenir.
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