EL PORVENIR ESTÁ Y ESTARÁ SIEMPRE DEL LADO DEL DEBER
Por: Joel Lachataignerais Popa (jlpopa@enet.cu joecklouis@gmail.com)
Por estos días, cada año, reviso las páginas de La Historia me absolverá, suceso que renuevo a menudo, porque pienso que todo cubano debiera – al igual que leer a Martí y otros grandes pensadores cubanos – acudir a los textos de Fidel cotidianamente, entre ellos, el alegato de defensa del 16 de octubre de 1953.
La Historia me absolverá pudiera considerarse ahora como un directo antecedente de las actuales reflexiones del compañero Fidel, no sólo porque es un estilo similar y profesan el mismo ideal, sino porque profesan ejemplos de conductas a seguir y guardan en sí la inmensidad profusa de la Historia del instante en que se produjeron.
Todos los que formaron parte del destacamento que enfrentó a la tiranía en Santiago de Cuba y Bayamo aquel 26 de Julio, tenían una procedencia de pueblo, por eso cuando la tiranía los acusó de haber tomado dinero prestado de los magnates de la época, Fidel pudo en su autodefensa corroborar que las armas fueron compradas con el ejemplo de sacrificio personal de la nueva generación de combatientes mambises.
Dijo Fidel aquella vez: “…ningún político de ayer nos vio tocar a sus puertas pidiendo un centavo”, y agregó: “… nuestros medios se reunieron con ejemplos de sacrificio que no tienen paralelo”, y acto seguido enumeró: Elpidio Sosa vendió su empleo y se presentó con 300 pesos para la causa; Fernando Chenard, vendió su estudio fotográfico con que se ganaba la vida; Pedro Marrero, empeñó su sueldo de muchos meses y fue preciso prohibirle que vendiera los muebles de su casa; 0scar Alcalde, vendió su laboratorio y Jesús Montané entregó el dinero ahorrado durante más de cinco años…
Esta lectura dice para los jóvenes de hoy y de mañana, que el futuro se conquista con sacrificios personales; nada sale de la nada; un país necesita de su juventud, pero la requiere decidida, emprendedora, desprovista de egoísmos, de afanes de lucro, de ínfulas de poder y de innecesarios vestigios materiales más allá que aquellos que hacen realmente feliz a los pueblos. Esos ejemplos que Fidel enunció en la Historia me Absolverá tienen su lectura para hoy y para mañana porque el porvenir está y estará siempre del lado del deber.
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