HISTORIAS DE UN JOVEN MAESTRO AMBULANTE (I)
- El 22 de diciembre de 1961, Cuba se proclamó como primer territorio libre de analfabetismo en América Latina.
- ‘… se necesita abrir una campaña de ternura y de ciencia, y crear para ella un cuerpo, que no existe, de maestros misioneros.” [1]
- Fidel, Fidel: dinos qué otra cosa tenemos que hacer.
Por: Joel Lachataignerais Popa
jlpopa@enet.cu joecklouis@gmail.com
Recuerdo que era el 21 de octubre de 1960. Hacía poco que Fidel Castro, en Naciones Unidas, anunciara que a lo largo de un año Cuba se convertiría en el primer país libre de analfabetismo en América Latina.
Asistíamos al momento con el entusiasmo de la época y sin intenciones promocionales, sino el interés de contribuir, más la conciencia de que como José Martí advierte: al venir a la tierra todo hombre tiene el derecho de aprender y después en pago contribuir a la educación de los demás… Aquí comienza la historia de un joven maestro ambulante, de esos que Martí anhelaba.
Estudiaba entonces en el último año de la escuela Secundaria Básica – que estrenaba este nombre después de la nacionalización de la enseñanza, y dejaba de ser la anterior Escuela Primaria Superior- y me correspondía el noveno grado. Allí era miembro de la dirección de la Directiva estudiantil y también de la dirección de la Asociación de Jóvenes rebeldes (AJR)[2], organización a la cual se le entregó esta misión que emprendida por más ce cien mil muchachas y muchachos de toda Cuba.
Aquel 21 de octubre, en el patio de la escuela, se organizó una asamblea, en la cual habló, a nombre del Ministerio de Educación, la doctora Rosa Esther Peña, quien evocó aquellas palabras de Fidel Castro en las Naciones Unidas, y vinculándolas con principios pedagógicos de José Martí, más los análisis del documento conocido como ‘La Historia me absolverá’ [3] y expuso que a partir de ese momento en Bayamo, se iniciaba el proceso de inscripción de muchachas y muchachos para ir a alfabetizar cubanos en las montañas y llanos de toda Cuba.
Los requisitos eran fáciles de cumplir: Ser joven, estudiante, o por lo menos, saber leer y escribir; contar con la autorización expresa de los padres o tutores y el aval de la escuela y de la AJR.
Nos distribuimos la tarea. Cada cual debía reclutar un brigadista alfabetizador. Llenábamos un formulario, en el que se explicaban todos los pasos de aquel proceso, que llevaría a todos a un seminario que se realizaría en el famoso balneario de Varadero, en la provincia de Matanzas.
La Comisión Organizadora nos pidió localizar sólo cien alfabetizadores, y nuestra propuesta que tenía en cuenta la existencia de una matrícula de algo más de 500 alumnos entre las tres sesiones de estudio – mañana, tarde y noche – exigía 300 incorporaciones, que fueron entregadas a Dirección de la Escuela al cierre de enero de 1961.
El primer grupo de los escogidos partió de la Terminal de Ferrocarriles de Bayamo, en la mañana del 15 de abril de 1961. La explanada estaba colmada de público. Muchachas y muchachos por donde quiera; padres, tíos, abuelos, hermanos mayores enrolados con maestros, dirigentes de la Campaña de Alfabetización, de la AJR y de la nacientes Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI)[4]. Se mezclaban risas, expresiones de alegría, vítores, y lágrimas de nostalgia, admiración, entusiasmo y alegrías…
Muchos viajaban por primera vez solos y alejados del hogar, al cuidado de algún maestro o pariente cercano incorporado también a la noble iniciativa popular. Media mañana y todos aquellos partieron en un tren de casi media docena de coches.
Quedé en Bayamo. La experiencia de los primeros momentos me las hizo llegar mi hermano, los periódicos, la emoción de algunos brigadistas de mi escuela que por cartas lo contaron y yo las recuerdo en esta serie de crónicas.
[1] José Martí Pérez, O. C. tomo 8; paginas 288 – 292; el artículo apareció originalmente en La América, Nueva York, mayo de 1884.
[2] Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), organización juvenil cubana creada hacia 1960 por iniciativa del Comandante Ernesto (Che), Guevara de la Serna, inspirada y guiada por Fidel Castro y devenida desde el 4 de abril de 1962 en la actual Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).
[3] Discurso pronunciado por Fidel Castro el 16 de octubre de 1953, durante el acto de autodefensa en el juicio seguido contra él y sus seguidores después del asalto al cuartel Moncada, concluido en un asesinato masivo de buena parte de los jóvenes asaltantes y devenido después de 1959 en programa de la revolución cubana.
[4] Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI); grupo político constituido por la revolución cubana bajo la decisión de que todas las organizaciones con un sentimiento patriótico común, se vinculasen al Movimiento Revolucionario ’26 de Julio’, brazo armado al que pertenecía el ejército rebelde liderado por Fidel Castro. La ORI, integró el fundamento organizacional que posteriormente se denominó partido Unido de la revolución Socialista, (PURSC) y más tarde Partido Comunista de Cuba (PCC).
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