EVITAR LA GUERRA ES UNA RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL DE TODOS

 

 Por: Joel Lachataignerais Popa  [e-mail] [e-mail]

 

Cuba marcha en un ideal que exige la paz. La Revolución se hizo para la paz. Todos los propósitos expresados en el legado revolucionario emprendido desde hace más de siglo y medio, han sido consignados a la búsqueda de la paz. Es decir, Cuba, con su gobierno y su pueblo, actúan en función de la sobrevivencia humana, de la paz como  poderío.

Si algún  poder nos interesa es el de la paz. Por eso avanzamos diciéndonos que la paz debe ser para todos; que el mundo se la merece; y que con todo el prestigio que tenemos a escala internacional, exigimos la paz, y queremos que todos se unan a nosotros.

Cuando Cuba firma un convenio con cualquier país, en ello va el compromiso de la amistad, la solidaridad, la paz.

Cuba sabe que todo lo que se haga por la paz, será para evitar la guerra. Las acciones de los médicos, de los maestros, de los deportistas, de los artistas, buscan la unión de todos para el bien de todos – como predicó Martí – y sabemos que la guerra solo trae dolor.

Una mirada a lo que en archivos hay de guerras anteriores nos traerán fotografías escalofriantes, parecidas a las películas de Ciencia Ficción, en las que aparecen montones de cadáveres, montones de escombros, hombres, mujeres, niños, personas de todas las edades mutiladas… rostros desvalidos y hambreados… calamidad total.

¿Qué no será ahora si lanzan todas las bombas modernas que son capaces de multiplicar el efecto de aquellas dos de Hiroshima y Nagasaki? Calculemos solo imaginariamente. Aquellas dos se lanzaron hace 65 años y aún hoy hay efectos increíbles.

 Usted y yo podemos convocar para evitar la guerra. No importa que aquel piense de modo diferente. Somos seres humanos. La paz,  conviene a todos. La guerra no le conviene a nadie porque el botón para tirar la primera bomba gastará el segundo necesario para un resultado que se desconoce y que puede ser  el exterminio total. Sin excepción de ningún tipo a esta campaña debemos unirnos por convicción.

(Foto del autor)