Alejo Carpentier: argumentos culturales en la radio cubana
El genial escritor cubano, Alejo Carpentier, incursionó en la Radio
Joel Lachataignerais Popa jlpopa@enet.cu joecklouis@gmail.com
Ahora la Radio Cubana cumple 90 años de existencia. Alejo Carpentier, uno de sus profusos trabajadores e investigadores, dejó textos medulares que permiten a las actuales y futuras generaciones insertarse en el medio con una carga de ideas de técnica, ciencias, literatura, historia y particularmente un promisorio contenido culturológico para dignificarle.
El universal escritor cubano podría aún esforzarse para detenerse en pensar cómo llevar en los indicadores de la nueva radio de hoy y del futuro, sostenida, además de las ondas hertzianas, el decursar digital de sus razonamientos eternos. Proponemos con ese fin razonar sus argumentos en un libro presentado años atrás.
La editorial de letras cubanas editó en 2003, bajo el cuidado de Lilia Esteban de Carpentier – esposa del genial escritor cubano – el titulo “La cultura en Cuba y en el mundo”, que apareció en todas las librerías del país en las ferias del libro de 2005 y 2007
Es curioso que esta obra haya aparecido con escaso significado para la radiodifusión cubana, que debió acogerlo como texto de interés, por cuanto sus 268 páginas constituyen un homenaje a la Radio Cubana y una demostración concreta de que el medio radial cuenta con las condiciones necesarias para ofrecer por su conducto, mensajes culturales ilustrativos, educativos, referenciales, de origen didáctico, pedagógico, informativo, formativo y crítico, textos que, además, constituyen también excelentes ejemplos de ensayos periodísticos.
En la parte introductoria de la obra, José Antonio Baujin, bajo el título de “La cultura en Cuba y en el mundo y el oficio de revelar de Carpentier”, comienza describiendo precisamente que el texto se relacionaron el actuar cultural de la radio cubana: “Con los tres golpes, la conocida danza de Ignacio Cervantes (1847-1905) – “uno de los músicos que más contribuyó a caracterizar un estilo de música cubana, que, con el tiempo, y en expresiones cada vez más populares, se haría del dominio universal” – entre 1964 y 1966 se daba comienzo en Radio Habana Cuba al programa La cultura en Cuba y en el mundo. Era éste una serie de conferencias radiales a cargo de Alejo Carpentier (1904 – 1980)”.
Destaca que el título de la obra se corresponde con el del programa y su contenido en general; desde las propias palabras de Carpentier informa que el fin del programa de Radio Habana Cuba estaba dirigido precisamente a “la consideración de temas que nos incumben directamente, en lo que se refiere a la evolución cultural de nuestro país, pero, además, a tema que se reseñan las relaciones de la cultura de Cuba con otros países, con otros ámbitos, con distintas escuelas, distintos géneros...”
Ya con esas palabras del propio Carpentier, se está diciendo que la radio estaba siendo portadora de un mensaje cultural de primer orden, con argumentos sólidos de excelencia debido a que procedían de una de las figuras más prominentes en el desarrollo de la cultura nacional e internacional: Alejo Carpentier.
La obra tiene en esencia un homenaje a la radio, si se tiene en cuenta esta expresión del autor de la introducción: “La cultura en Cuba... podría ser considerada una parte capital de las memorias que Carpentier nunca escribió y que debemos reconstruir a partir de fragmentos de sus obras de ficción, de sus ensayos, artículos y entrevistas, entre otros textos”. Se relata también a una valoración del concepto de Cultura que hace Carpentier al criticar el mal uso que se le da al terminología literaria, artística, musical, procedente del tercer mundo, calificada como subdesarrollada o de subdesarrollo intelectual, que, según indicó, puede significa “por el contrario, una posibilidad de universalización”
Baujin complementa que se trata de una serie de programas radiales que respondieron a la necesidad de difundir la obra cultural de la revolución cubana en la época de los años 1960 “y al afán de enriquecimiento masivo del espíritu de la nación a través de la cultura artística”.
Significa que es curioso el tema sea de actualidad, “en medio de una coyuntura nacional en la que se intenta rescatar aquel entusiasmo primero por convertir la cultura en un baluarte de la emancipación humana y del progreso social”.
En el empeño del libro están voces, plumas y corazones con apego a la cultura nacional, (Lilia Carpentier – la viuda; Graziella Pogolotti; Ana Cairo Ballester; entre otros); que de seguro son conscientes del paso que se daba, y que también es posible hayan pensado que hacer la compilación serviría como ejemplo de lo que se puede hacer, porque se hizo ya dos veces - la Universidad del aire es otro ejemplo - y que los radiodifusoras cubanos lo tomarían como paradigma para trabajar la Cultura.
Fruto del archivo de aquel programa, se pudieron rescatar las 32 conferencias que Alejo Carpentier, con su ideal de radiodifusión, preparó, en una terminología, técnica y expositiva apropiada para la radio. En ellas se siente el afán de dotarla de un encausamiento que posibilitara decir por su canal, contenidos verdaderamente culturales y radiófonos, válidos para estudiar su metodología radial.
Sólo apreciando los títulos de algunos de los temas de alta sabiduría trabajados por Carpentier, se tendrá una idea del alto valor del libro, y, a su vez, de aquel programa cuyo título es el mismo “La cultura en Cuba y en el mundo”
“Inicios de la novela en América Latina”; “Americanidad y cubanidad”; en el primero hace un bosquejo de cómo se inició el género en nuestro hemisferio y en el segundo va a la definición conceptual de un sentido de pertenencia para el individuo de América y de Cuba.
La novela en América latina está mirada desde los ángulos del romanticismo al nacionalismo y desde el pintor Diego de Rivera hasta Miguel Ángel Asturias, pero se ofrecen punto de vista sobre Carlos Fuentes, Arturo Uslar Pïetri, Wilfredo Lam, entre otros y un acercamiento personal a su propia producción novelística.
Están comentarios de sus obras Los pasos perdidos, El acoso, y El Siglo de las luces; habla acerca de la música en América Latina y dedica tres programas a Heitor Villa – Lobos, otros como Amadeo Roldán y a Alejandro García Caturla.
En materia de pintura habla de Wilfredo Lam y luego de la literatura en Cuba, para trabajar criterios acerca de Roberto Fernández Retamar, José Ardévol, La Habana, ciudad de las columnas, la música cubana (desde la habanera a Manuel Saumel y Ignacio Cervantes) y la música contemporánea universal.
Otro contenido de los programas de Radio Habana Cuba bajo el título de “La Cultura en Cuba y en el mundo” fueron las obras completas de José Martí, sabiendo que él mismo era un seguidor estudioso y practico del pensamiento martiano, no podía faltar en su proyecto el Héroe Nacional.
Analiza la obra de Miguel Barnet, en “Biografía de un cimarrón” y se refiere a la Etnología y el Folklore de la Academia de Ciencias de Cuba.
También trasciende al asalto al Cuartel Moncada y La Historia me absolverá, al análisis del panorama cubano después del triunfo de 1959, a Simón Bolívar y sus documentos; a Manuel Galich y a Máximo Gómez y su libro “El viejo Eduá”.
Termina la selección de programas de radio de Alejo Carpentier con los temas trabajados por él en Radio Habana Cuba sobre la vigencia del pensamiento martiano y una aproximación a la década del vanguardismo en América Latina, y la obra poética de César Vallejo”.
“La cultura en Cuba y en el mundo”, añade, a parte de una valiosa información que debe agradecérsele a la Editorial de Arte y Literatura, un recurso para analizar desde Carpentier mismo, aquella idea de que la radio debía asumir la cultura, desde una perceptiva propia del medio. No e algo ocioso ni anticuado hacerlo. Creo que vale la pena.
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