Emocionantes minutos del Primero de Mayo tunero
Cuba y Venezuela unidos en la plaza tunera
Joel Lachataignerais Popa jlpopa@enet.cu joecklouis@gmail.com
Seguimos sumando celebraciones. La primera vez, lo recuerdo bien, fue en 1960: fuimos un grupo de estudiantes desde Bayamo en camiones hasta Santiago de Cuba. Era extraordinario. Allí vimos a Raúl Castro en persona, saludando a todos los que desfilaban y a su lado el Che…
La madrugada fue casi toda para la carretera de casi tres horas de viaje. Pero llegamos y enseguida a buscar por donde sería el desfile y llevábamos las consignas de entonces. Una se movía entre la conciencia: ¡No al imperialismo!, que pocos días más tarde sería perfilada por un oven colombiano que nos trajo con su acordeón aquella canción popularizada entonces “Cuba sí, yanquis no”.
Recorrimos la Alameda santiaguera bajo el cálido sol de la mañana y regresamos a Bayamo. Entonces escuchamos a Fidel en la Plaza José Martí de La Habana…
Esta vez la cifra de actos por el día de los trabajadores va ya por 53… y uno no se cansa, aunque sienta nostalgia de no desfilar porque ya no está en la plantilla de cargos del centro laboral.
Esta vez volvimos a la plaza con la misma energía de siempre y la sentimos porque admiramos la arteria tunera de la Avenida Dos de Diciembre, donde se ensancha la Plaza Mayor general Vicente García, en una amalgama de mujeres en su mayoría trenzadas con hombres, tuneros de todas las edades, y los emocionantes minutos respirando sus pieles y, por sobre el amor triunfante del momento: Che Guevara, San Martín quemante, como lo llamó Nicolás Guillén y Hugo Chávez, con su impronta de Bolívar del Siglo XXI.
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