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DONDE ESTÁN LOS LÍMITES? (2)

DONDE ESTÁN LOS LÍMITES?  (2)

Por: Joel Lachataignerais Popa

         jlpopa@enet.cu y joecklouis@gamil.com

 

 

II

Ya he cumplido suficientes años como para poder emplear la conjugación de los verbos, comprender mejor las palabras y responder ciertas preguntas como las del título de este texto.

Creo que la repuesta que mi tío Carlos daba a la pregunta de mi papá sobre a quien pertenece la Tierra, merece una calificación de excelente en el examen  de cualquiera de los momentos de estudio, desde el primer grado hasta los doctorados. Es la respuesta que se le puede dar a los límites territoriales de los pueblos y de los pobres.   

Los setenta años de la segunda guerra mundial que se cumplen en estos tiempos, las imágenes de tantos  sitios que visité en Polonia y tienen presente aquel horrible largo minuto de crimen que debiera ser irrepetible, me han  devuelto la pregunta sobre los límites: ¿A quien pertenece la Tierra?

Adolfo Hitler, representante de los poderosos adinerados del imperio alemán, líder entonces de todos los imperios, había establecido un ideal cuya frontera estaba en un linde de raza humana, de territorio, de costumbres y de riquezas donde cabrían solamente los conceptos descritos en su reglamento fascista: los otros merecían la muerte por fusilamiento, ahorcamiento, en cámaras de gases, por electricidad, inyecciones o incineración: eran los que no clasificaban. En Polonia vi esos lugares.

Ahora hay otros alumnos que conjugan también los verbos y sitúan las palabras y me hacen preguntar lo mismo: ¿A quien pertenece la Tierra?

Los hombres naturales del sur defendidos por Simón Bolívar, Benito Juárez, Francisco Morazán y José Martí –entre otros-  no son en latinoamérica los dueños de la Tierra, los que establecen los límites; tampoco los de Medio Oriente, Afganistán, Irak, Irán, Siria África, Asia, Eurasia… 

La palabra base puede traducirse como asiento, pedestal, plataforma entre otras acepciones. Podría decirse que se usaría como tribuna o podio, y es el lugar para decir discursos; o patio, que es el terreno ampliado de atrás o delante del hogar para descansar… y otros conceptos nobles y modestos.

Pero agregando la palabra militar, ya tiene otro fin. Una es preocupante: Siete, ya es demasiado. Y entonces viene mi pregunta: ¿A quien pertenece la Tierra? Más claramente, como dice el título: ¿Dónde están los límites? Mucho más definida: ¿Dónde están los límites territoriales de Estados Unidos? ¿Por qué y para qué se defiende desde donde quiera estableciendo leyes a su favor y en contra de todos?

III

Tal vez mi papá y mi tío tendrían respuestas. Me gustaría vivir para escucharlas. Pero parece que los gobernantes norteamericanos  no quieren que personas como yo vivan mucho tiempo. Y desean que la muerte sea rápida y segura para los que como yo vivimos al sur: sus soldados serán de hierro dirigido por control remoto electrónico digital, serán gastadores de combustibles y los de carne y hueso,  matones que Adolfo Hitler envidiaría. Los generales jamás verán el campo de batalla. Serán invictos criminales a larga distancia. No tendrán soldados muertos, sus héroes serán de ciencia ficción y no me podrán responder mi pregunta:

¿Dónde están los límites?

     

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