EN NUESTROS CORAZONES ESTA CAMILO.
Por: Joel Lachataignerais Popa
jlpopa@enet.cu joecklouis@gmail.com
Ada Bella Pompa, fue una de las integrantes del pelotón MARIANA GAJALES, aquella legendaria agrupación femenina fundada por Fidel Castro Ruz, para demostrar que las mujeres también tienen talento para expresarse como militares. En una visita a su casa, buscando recuerdos de Camilo Cienfuegos a propósito del trigésimo aniversario de su desaparición física, me dijo que no podría decirme nada, pero que me iba a llevar donde una mujer que tenía recuerdos de Camilo y del Che, ‘porque aquella combatió a las órdenes del Che y conoció a Camilo’
Nos trasladamos a Boyeros, en Ciudad de La Habana.- un sitio aledaño al aeropuerto Internacional ‘José Martí’. En la vivienda, rodeada de árboles frutales, Chabela, el nombre de guerra de Rosalín Labrada, la mujer soldado de las tropas del Che.
Chabela nos contó que conoció a Camilo Cienfuegois, en el Campamento ‘La Piedra’, situado en las proximidades del lugar conocido como San Pablo de Yao, en el firme de la Sierra Maestra.
“Fue un día en que había una acción en la cual ella no participó y se quedó en el campamento, donde también estaba Lidia Doce,[1] esperando órdenes. Camilo llegó y enseguida lo que me impactó fue su forma de ser, el modo de tratar a los demás, su cortesía con la mujer. Enseguida se produjo un diálogo conmigo y con Lidia: recuerdo que se interesó por la comida, por la salud de la tropa, la economía que estábamos manejando para obtener alimentos; también indagó de esas cosas con Lidia, y le entregó dinero para que pudiese operar sin dificultades en sus misiones”
Rosalín Labrada, (Chabela), relató que Camilo le preguntó qué hacían allí las mujeres, ella le informó de cuantas cosas podía hacer una mujer guerrillera, a parte de participar en los combates. Luego de rectificar lo que acababa de escuchar, él le dijo: “Voy a pedirle al Che que me permita llevarte conmigo. Me gustaría tener en la tropa una mujer así, porque de esa manera no se me raja[2] ningún hombre”
“Entonces fue cuando llegó un fotógrafo que nos había hecho unas fotos días antes y vino a traerlas. Camilo las miró y me pidió una. La volvió a mirar y la guardó en su camisa. Días después de primero de enero de 1959, cuando ya estábamos en La Habana, me encontré con él. Vino a saludarme y sacó la foto del bolsillo: ¿Te acuerdas?: Es la foto de mi novia, dijo…y la volvió a poner en su bolsillo… ”
“A mi me causó buena impresión Camilo. Tenía una forma muy amable de tratar a los compañeros; él trataba a los demás como si hubiera mucho tiempo que los conociera. Yo me quedé muy contenta con Camilo”
Ella lo recordaba con dolor, con tristeza y admiración, me dijo, porque pudo ser su Jefe: “me quedó ese recuerdo de cuando fue a hablar con el Che para que me dejar ir con él… Lo recuerdo como al Che – que fue mi verdadero Jefe – como a Lidia – que fue mi compañera de luchas – y como a otros más que murieron y todo eso nos da pena”
“Si Camilo viviera, estoy segura de que estaría allí al lado de Fidel, en cada combate de la revolución, al lado del Partido, de la Revolución. Camilo era de los firmes, leales y buenos”.
En el diálogo aquella mujer, ya madura me comentó que cuando recibió la noticia de la desaparición de Camilo lloró mucho y se incorporó con el pueblo a la búsqueda. “El día que dijeron que había aparecido, cogí mi fusil y loo descargué tirando al aire, pero no, no era cierto Camilo se perdió, no volvió más, se quedó en nuestros corazones…”
[1] Lidia Doce, combatiente del Ejercito Rebelde y de la clandestinidad, que actuó en el llano, la Sierra y las ciudades, como enviada del alto mando rebelde, junto a su compañera Clodomiro Ferrals. tras una denuncia fueron detenidas, conducidas a prisión, torturadas y luego tiradas al mar…
[2] Término que se emplea en Cuba para definir a una persona cuando traiciona, abandona el puesto o demuestra cobardía.
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