VII ENCUENTRO INTERNACIONALDE CÁTEDRAS MARTIANAS EN LA HABANA
Por: Joel Lachataignerais Popa
jlpopa@enet.cu joecklouis@gmail.com
Lakastagner reseñará en varios momentos, una versión más o menos general de lo acontecido durante los días 10, 11 y 12 de noviembre de 2009, durante el VII Internacional de Cátedras Martianas, que con la presencia de delegaciones de México, Brasil, Costa Rica, Venezuela, Chile, Panamá, Puerto Rico, Mozambique, Namibia, Estados Unidos, Cuba, sesionó en el Centro de estudios Martianos de La Habana, Cuba.
En los días señalados trabajaron seis comisiones, en las que se presentaron 161 ponencias, que recogieron experiencias de la actividad que desempeñan las universidades y numerosas entidades sociales de los países presentes, para promover, estudiar, investigar y difundir, la obra y vida de José Martí Pérez, el más grande de los pensadores cubanos del Siglo XIX y su proyección universal futura.
El doctor Armando Hart Dávalos, Director de la Oficia del Programa Martiano y Presidente de la Sociedad Cultural José Martí, llamó a formular acciones en defensa de la ética y a desempeñar la cultura de hacer política, entre otras acciones que promueven el único modo de alcanzar la justicia, mediante la unidad que llevará a los pueblos de la América nuestra a la II y definitiva Independencia que el apóstol de Cuba proclamó en el Siglo XIX.
Acerca de lo que es y debe ser un martiano, disertó en la sesión inaugural el intelectual cubano, Roberto Fernández Retamar, director de La Casa de las Américas, de Cuba, y sentenció que Martí se deriva de hombres que demuestran que existen hombres – como Martí – que son hombres que tienen muchas vidas.
Hubo interesantes presentaciones de libros como el que lleva la firma del norteamericano, doctor James D. Cockcroft, quien en el acto, manifestó ser un viejo seguidor del proceso revolucionario cubano que avistó desde su juventud como testigo presencial; su libro, ‘Cuba en mi sangre’, ofrece mediante ensayos, artículos poemas, su visión de Cuba para el mundo. La investigadora del centro de estudios Martianos, Marlene Hernández, presentó su selección de textos martianos titulado ‘Norteamericanos’, en que reúne aquellos escritos de José Martí sobre importantes figuras del Siglo XIX en Estados Unidos.
Para mayor placer de los seguidores de lecturas especializadas, se presentaron los Anuarios Martianos, - publicaciones resúmenes del quehacer del Centro de Estudios Martianos (CEM) de La Habana - en sus tomos 28, 29, 30 y 31. También hizo presencia un valioso texto, que a pesar de su modesta edición, ofrece el monumento de reunir en un tomo los escritos de más de cuarenta niños de América Latina, ganadores de un concurso que lleva el mismo título del libro: “Los niños de América responden a José Martí”.
En la reunión martiana se escucharon las voces de varios delegados de la provincia cubana de Las Tunas: los doctores Ada Bertha Frómeta Fernández, Alberto Velázquez López, y Frank Arteaga Pupo; los Master, Ricardo Enoa Leyva, Maritza Batista Batista, Recaredo Benito Rodríguez Bochs y los licenciados Erian Cartaya Peña junto a un representante de la Federación de Estudiantes Universitarios, Ismaray Velázquez López. Ellos presentaron sus experiencias del trabajo relacionado con la actividad de las Cátedras martianas en las comunidades tuneras, y reflexiones acerca del valor actual del pensamiento martiano desde diferentes ángulos.
Eusebio Leal Spengler, Director de la Casa del Historiador de la Ciudad de La Habana, al cerró el encuentro con una exposición que reservó el brilló de la oratoria que él siempre garantiza: recordó que en el edificio donde radica actualmente el Centro de Estudios Martianos de La Habana, vivió el hijo de José Martí y rememoró una anécdota: Allí un día él se reunió con la que fuera esposa del único heredero del Apóstol, y aquella mujer le donó el uniforme que utilizó José Julián Martí Zayas-Bazán, donde se apreciaba la condecoración que entregó el 25 de Mayo de 1895 el Gobierno de España como desagravio por la muerte de su padre, y ese fue el mismo atuendo que vistió como ropa de matrimonio, pero a su vez, aquella mujer en gesto patriótico, donó la casa para que fuese empleada en beneficio público.
Leal Spengler, anunció también una conmovedora noticia: Próximamente volverá a abrir sus puertas el local donde estudió José Martí niño, aquel donde radicaba la Escuela de quien fuera su maestro, Rafael María de Mendive, que – con el mismo nombre – volverá a ser escuela para albergar, bajo el recuerdo del Apóstol, a más de 400 niños habaneros.
Frank Fernández, ese laureado, prestigioso y reconocido pianista cubano, cerró las actividades con un inolvidable concierto, en que la excelencia de la cubanía invadió el recinto donde reposan los restos del presbítero Félix Varela, aquel que nos enseñó cómo debíamos pensar los cubanos.
Estoy seguro de que esta fue una reunión de resultados con los ribetes que Martí esperaba siempre.
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