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BENNY MORE EN LA MEMORIA

BENNY MORE EN LA MEMORIA

Por: Joel Lachataignerais Popa

jlpopa@enet.cu  joecklouis@gmail.com

 

Recuerdo que me dirigía hacia el cine en aquella noche del 19 de febrero de 1963, cuando desde unos altavoces me asaltó la voz del locutor cerero Brito, trasmitiendo un boletín radial de última hora, en el cual se emitía el parte final del seguimiento informativo sobre el estado de salud de Maximiliano Moré, más conocido como Benny Moré,  El Bárbaro del Ritmo.

Fue como un eclipse. Por entonces aún e los parques de Bayamo las personas acudían con avidez a pasear de un modo muy peculiar: las mujeres caminaban en giro de este a oeste y los hombres en sentido contrario, mientras en el centro, los niños con sus madres se divertían. Aquello se detuvo varios minutos, para todos resultó un golpe duro la noticia.

Justo en aquel sitio donde me sorprendía la triste noticia, unos meses atrás Benny había sostenido un encuentro inolvidable con la Orquesta Aragón: Sucedió de modo simpático y agradable:

Al concluir su tanda Benny bajó del escenario y comenzó a bailar con una muchacha. Cuando concluía su oportunidad la Aragón interpretó una antológica pieza que inserta en el medio una versión  de una conocidísima letra que  evoca al arrullo de palmas. Benny abandonó el baile y se dirigió a la parte trasera de la tarima por donde apareció cantando el arrullo de palmas, en el momento en que la Aragón debía interpretarlo…terminamos cantando todos los que allí estábamos.

Después, la cienfueguera Orquesta Aragón tomó su descanso. En el reinicio de Benny, Richard Egües, el formidable flautista  subió  en el instante en que el Benny iniciaba Maracaibo oriental: A la señal de ‘El Bárbaro’, y antes de que los saxofones comenzaran con su ‘guajeo’, emergió Richard por el fondo flauta en manos diseñando los acordes de Maracaibo Oriental. Benny sonriente, se viró para el público, cruzó los brazos, giró hacia el intruso, levantó las manos y le tiró arriba su banda al distinguido flautista cubano, quien se convirtió de hecho en co – director.

Fue ese parque el mismo escenario en que lo vi de cerca una vez que con otros amigos juntamos sillas a una mesa vacía durante un carnaval. Oscar Jacas, se llamaba uno de ellos. Este compro una botella de ron, la colocó en la mesa con vasos dispuestos para ser servidos, cuando pasaba por allí Benny Moré, en uno de los descansos de su actuación.

Nos miró. Colocando una mano en el bolsillo derecho del pantalón caminó hacia nosotros mientras con la otra mano botaba un tabaco. Saludó, extrajo su mano del bolsillo y…cogió la botella, luego de observarla unos instantes:

-          El ron hace daño. Mata. Acaba con la gente. Además, los niños no toman.

 

Tiró unas monedas – lo que equivalía al precio – sobre la mesa y se marchó.

Este 19 de febrero recordamos el 47 aniversario de su fallecimiento, que precisamente fue consecuencias del uso desmesurado de botellas como la que nos compró aquella noche.

 

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