PARA ELLA AMAR ES ALGO MAS QUE AMOR.
Por: Joel Lachataignerais Popa
jlpopa@enet.cu joecklouis@gmail.com
Una vida cargada de sueños, anhelos y resultados.
Su vitalidad se puede apreciar mirándola, teniéndola cerca,
oyéndola, admirándola.
Ahora si me lo preguntan no sé que edad tiene. Hay quienes tienen el joven espíritu de ser abuelos y si quiera la carne endurece. Siento que guarda una alta voluntad. Se asienta en ella misma con placidez.
Una semilla desde mis manos secó sus ojos en una lejana tarde de septiembre. Fueron entonces los cimientos para su arquitectura individual y social. Así como el árbol crece y se hace frondoso, se alzaba en altura propia.
De esa manera, como protegiendo una mascota de niño bueno, se fue introduciendo en la radiodifusión, y a mi vista, manos y palabras: trenzó su vida integral, de oficinas, de notas a programas, de guiones para jóvenes y niños, curiosidades, primero escritas con la ansiedad de leerlas y el deseo de aumentar el caudal de ideas.
Luego de una esquiva dolosa, que zanjó una leve herida cuando le impidieron subir al micrófono por primera vez, se alzó – acompañada por los amigos y amorosos consejos – que bien le nutrieron.
Esa época, ya pasaba el tiempo. El sol quemaba la distancia. Y se le abrieron las aulas universitarias: Logró otro sueño: el periodismo. Acompañada de sus anhelos, escribir, locutor y acariciar el oficio periodístico, complementa su existencia del noviazgo a la maternidad.
Escala sitios de honor social en el Municipio de Las Tunas, como militante del Partido Comunista de Cuba el Comité y Buró Municipal; como profesional, responsabilizándose con áreas de la programación de la emisora provincial de Radio CMLL, Radio Victoria y posteriormente al frente de la actividad metodológica de la Dirección Provincial de Radio en su provincia.
Allí cuenta con amores correspondidos. Y en los ocho municipios tuneros y más allá adonde las ondas hertzianas le hacen viajar en la promiscua imaginación de la radiodifusión y la social advertencia de sus oyentes.
En este año, cuando llegó el tiempo requerido para ello, la Unión de Periodistas de Cuba le premió sus esfuerzos con la medalla Félix Elmuza. Su vitalidad se puede apreciar mirándola, teniéndola cerca, oyéndola, admirándola.
No me pregunten, porque si ahora lo hacen, les aseguro que no sé que edad tiene. Válgame el tiempo para decirles su nombre: Maura Peña Machado. Para ella amar es algo mas que amor.
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