Los cambios económicos en Cuba deben a mover la conciencia

 Joel Lachataignerais Popa, [e-mail]

Siempre que se habla de la conciencia, cada cual adopta una posición que se acomoda precisamente a su conciencia, es decir al modo de pensar.

Sabemos que la conciencia no es algo que se puede tomar en las manos e introducirla en el bolsillo, o que se puede llevar funcionando como un motor de combustión; sin embargo es algo que viaja muchas veces en el bolsillo y si, realmente es el motor que nos mueve.

Claro, como es algo tan próximo a la subjetividad, constituye una labor de largo alcance, pues el pensamiento – bien es sabido - tarda en transformarse y lo práctico, alcanza sus resultados con mayor prontitud e inmediatez… por eso los cubanos precisamos hacer rápida practica de cuanto está en las ideas que demandan el futuro cubano.

En una reciente reunión del Consejo de Ministros, el Presidente General de Ejército, Raúl Castro Ruz, nos llamó a estar conscientes de que el mayor aporte a la economía cubana en estos momentos es eliminar el derroche. Con ello se reconoce que existen síntomas de derroche en empresas, entidades presupuestadas o no, y organismos.

Derroche viene del verbo derrochar. Derrochar quiere decir malgastar, despilfarrar, dilapidar; gastar sin medida el dinero que se tiene o erosionar el patrimonio, destruirlo, o emplear a las personas de modo inorgánico, fuera de unas estructura lógica organizativa: tener más de lo que realmente se necesita.

En los debates de los lineamientos la población obrera, trabajadora, campesina, y hasta las amas de casa, plantearon criterios sobre estas cosas, inclusive dieron ideas para su erradicación, entre ellas, darle al presupuesto el empleo correcto, tanto tratándose del dinero, los objetos materiales como los recursos humanos, y luchar para desterrar el concepto de Cuba es el único país donde se puede vivir sin trabajar.

Para cumplir con este llamado que se hace desde el Gobierno por el Presidente Raúl Castro, el ya cada cubano viene pensando en que se precisa que los lineamientos económicos, políticos y sociales, que se aprobarán en el venidero Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba, deban – desde ahora - comenzar a mover la conciencia de cada cual en el cumplimiento de su deber en pos de cambiar todo lo que tenga que ser cambiado en nuestro modelo económico.