HABÍA UNA LISTA NEGRA PARA EL SEIS DE ENERO DE 1959 EN BAYAMO
Por : Joel LachataigneraisPopa
(joecklouis@gmail.com)
Recuerdo perfectamente que cuando habían transcurridos las primeras horas de 1959, en medio de la tremenda alegría que duró varios días, comenzaron a escucharse revelaciones y llegaban noticias de las detenciones de aquellas personas que, partidarios y admiradores del Dictador Fulgencio Batista y Zaldívar, pasaron los tiempos de combate, denunciando y cooperando en los crímenes.
Entre aquellos sujetos estaban unos mellizos que vivían cerca de mi casa y todo Bayamo les denominó Los Mantequitas, atendiendo a su figura, de baja estatura, regordeta y siempre sudados; también eran delatores los miembros de una familia próxima a la casa de aquellos paramilitares de entonces.Criminales a cambio de dinero y prevendas.
El dos de enero en un fuerte enfrentamiento en la casa de estos últimos, de apellido Ríos, hubo que combatir antes de que pudieran ser rendidos, y fueron, como los anteriores, detenidos y encarcelados.
Aquella mañana salí a una visita. En la calle había todavía mucha gente. En las proximidades del parque Céspedes, conocido también como Parque de la Revolución, los estudiantes se destacaban avanzando por la calle Calixto García, por donde se anunciaba la presencia de uno de los más acérrimos criminales en Bayamo, el tristemente célebre Morejón. Quien no pudo esfumare del territorio aunque estuvo a punto de lograrlo.
También estaban presos el Jefe de Policía, Cárdenas Muro y un oficial cuyas manos estaban tan ensangrentadas como las de sus compañeros de grupo: Célebre también en todo Oriente era Mano Negra. Los tres siempre juntos hacían de las suyas.
Recuerdo una noticia que recorría las calles: El asesino Morejón, había ordenado y dirigido la confección de una lista, que él mismo denominó Lista Negra,para matar y aterrorizar al pueblo; en ella anotaron nombres de personas muy conocidas entre la población de Bayamo, muchos nada tenían que ver con el Movimiento Revolucionario 26 de Julio y otros lo que más sentían era simpatía.
Maestros, estudiantes, bancarios, trabajadores sencillos y honestos estaban en aquella relatoría del criminal, quien había previsto que al pasar el 31 de diciembre, sus soldados recorrerían la ciudad, detendrían y llevarían ante él a los acusados y, el día 6 de enero de 1959, aparecerían muertos en diversas zonas de la localidad.
Era su regalo de fin de año y del Día de Reyes.
Afortunadamente no fue así. El 2 de Enero, las fuerzas del Ejército Rebelde, las Milicias Revolucionarias y el pueblo, principalmente los estudiantes de Bayamo, lo controlaron y tuvo que pagar ante los Tribunales Revolucionarios.
Guardo también una emocionante imagen ocurrida semanas mas tarde, durante el juicio.
El Tribunal de Bayamo, funcionó en la sala de reuniones del antiguo Ayuntamiento, situado frente al Parque de la Revolución, el mismo lugar desde el cual Fidel Castro habló por primera vez en Bayamo.
El día en que se iniciaba el juicio contra Cárdenas Muro, Morejón y aquel que se hacía llamar Mano Negra, justo al dar la hora de inicio, cuando se llamaban a comparecer los susodichos, la Banda de Música emprendía la Retreta con el Himno Nacional. El parque estaba lleno de público, que como de costumbre y tradición puesto de pie, entonó las letras de la canción patriótica.
Al concluir, todos, arriba en la Sala y en el parque, estaban en silencio y en posición de parada militar. Un tremendo silencio albergaba la Plaza aquella y el salón. Entonces, un enérgico grito invadió el escenario. ¡VIVA CUBA LIBE!.
La gran masa acompañó al de la iniciativa e irrumpió con la Marcha del 26 de Julio.
Lo que sucedió frente a la mesa del Fiscal, fue inesperado: Los tres principales acusados de la noche se derrumbaron y cayeron al unísono al piso.
Los médicos le atendieron, pero aquellos, derrotados, sin moral, apenas pudieron levantarse: El Fiscal autorizó a que siguieran sentados.
La justicia se hizo. Condenados a la pena máxima, fueron fusilados.
La lista negra no fructificó. Entre los nombres escogidos por los criminales, estaba el de mi padre y varios de sus amigos.
Hoy me pregunto cuántas listas negras habrán entre los pobladores de Gaza, Cisjordania y otras partes de Israel, adonde los terroristas apoyados por Estados Unidos, ponen en práctica sus enseñanzas de guerras a distancia con efectos colaterales... ¡Falta le hace a ese pueblo su Primero de
Enero!.
(joecklouis@gmail.com)
Recuerdo perfectamente que cuando habían transcurridos las primeras horas de 1959, en medio de la tremenda alegría que duró varios días, comenzaron a escucharse revelaciones y llegaban noticias de las detenciones de aquellas personas que, partidarios y admiradores del Dictador Fulgencio Batista y Zaldívar, pasaron los tiempos de combate, denunciando y cooperando en los crímenes.
Entre aquellos sujetos estaban unos mellizos que vivían cerca de mi casa y todo Bayamo les denominó Los Mantequitas, atendiendo a su figura, de baja estatura, regordeta y siempre sudados; también eran delatores los miembros de una familia próxima a la casa de aquellos paramilitares de entonces.Criminales a cambio de dinero y prevendas.
El dos de enero en un fuerte enfrentamiento en la casa de estos últimos, de apellido Ríos, hubo que combatir antes de que pudieran ser rendidos, y fueron, como los anteriores, detenidos y encarcelados.
Aquella mañana salí a una visita. En la calle había todavía mucha gente. En las proximidades del parque Céspedes, conocido también como Parque de la Revolución, los estudiantes se destacaban avanzando por la calle Calixto García, por donde se anunciaba la presencia de uno de los más acérrimos criminales en Bayamo, el tristemente célebre Morejón. Quien no pudo esfumare del territorio aunque estuvo a punto de lograrlo.
También estaban presos el Jefe de Policía, Cárdenas Muro y un oficial cuyas manos estaban tan ensangrentadas como las de sus compañeros de grupo: Célebre también en todo Oriente era Mano Negra. Los tres siempre juntos hacían de las suyas.
Recuerdo una noticia que recorría las calles: El asesino Morejón, había ordenado y dirigido la confección de una lista, que él mismo denominó Lista Negra,para matar y aterrorizar al pueblo; en ella anotaron nombres de personas muy conocidas entre la población de Bayamo, muchos nada tenían que ver con el Movimiento Revolucionario 26 de Julio y otros lo que más sentían era simpatía.
Maestros, estudiantes, bancarios, trabajadores sencillos y honestos estaban en aquella relatoría del criminal, quien había previsto que al pasar el 31 de diciembre, sus soldados recorrerían la ciudad, detendrían y llevarían ante él a los acusados y, el día 6 de enero de 1959, aparecerían muertos en diversas zonas de la localidad.
Era su regalo de fin de año y del Día de Reyes.
Afortunadamente no fue así. El 2 de Enero, las fuerzas del Ejército Rebelde, las Milicias Revolucionarias y el pueblo, principalmente los estudiantes de Bayamo, lo controlaron y tuvo que pagar ante los Tribunales Revolucionarios.
Guardo también una emocionante imagen ocurrida semanas mas tarde, durante el juicio.
El Tribunal de Bayamo, funcionó en la sala de reuniones del antiguo Ayuntamiento, situado frente al Parque de la Revolución, el mismo lugar desde el cual Fidel Castro habló por primera vez en Bayamo.
El día en que se iniciaba el juicio contra Cárdenas Muro, Morejón y aquel que se hacía llamar Mano Negra, justo al dar la hora de inicio, cuando se llamaban a comparecer los susodichos, la Banda de Música emprendía la Retreta con el Himno Nacional. El parque estaba lleno de público, que como de costumbre y tradición puesto de pie, entonó las letras de la canción patriótica.
Al concluir, todos, arriba en la Sala y en el parque, estaban en silencio y en posición de parada militar. Un tremendo silencio albergaba la Plaza aquella y el salón. Entonces, un enérgico grito invadió el escenario. ¡VIVA CUBA LIBE!.
La gran masa acompañó al de la iniciativa e irrumpió con la Marcha del 26 de Julio.
Lo que sucedió frente a la mesa del Fiscal, fue inesperado: Los tres principales acusados de la noche se derrumbaron y cayeron al unísono al piso.
Los médicos le atendieron, pero aquellos, derrotados, sin moral, apenas pudieron levantarse: El Fiscal autorizó a que siguieran sentados.
La justicia se hizo. Condenados a la pena máxima, fueron fusilados.
La lista negra no fructificó. Entre los nombres escogidos por los criminales, estaba el de mi padre y varios de sus amigos.
Hoy me pregunto cuántas listas negras habrán entre los pobladores de Gaza, Cisjordania y otras partes de Israel, adonde los terroristas apoyados por Estados Unidos, ponen en práctica sus enseñanzas de guerras a distancia con efectos colaterales... ¡Falta le hace a ese pueblo su Primero de
Enero!.
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