EL VATICINIO DE JUAN FORMELL
- Remememorando el estreno de uno de los primeros éxitos de Juan Formel.
Por: Joel Lachataignerais Popa
jlpopa@enet.cu joecklouis@gmail.com
Agosto o Septiembre de 1968. Bayamo, provincia del Oriente cubano. Luego de una presentación para la Radio Bayamo, recibí la instrucción de estar listo para acompañar a la Orquesta de Elio Revé a una presentación en el Central José Nemesio Figueredo”, en el municipio de Río Cauto. El convite sería el día siguiente. Por esa época en Cuba la transportación rural se realizaba en un tipo de camión adaptado en forma de ómnibus, con bancos rústicos y capacidad para 35 personas poco más o menos. En uno de so vehículos partimos desde la ciudad de Bayamo al anochecer y en algo más de cincuenta minutos estábamos penetrando en el poblado de Río Cauto. Este es un típico sitio de campo, cuyo centro es la fábrica d azúcar que lleva el nombre de un obrero asesinado por la tiranía antes de 1959. Aunque oscuro a causa de la noche, se podía apreciarse la chimenea de donde en épocas de producción, se levanta un ligero humo algo blanquecino anunciando que se encontraba en elaboración de azúcar. El denominado “Transporte Serrano” -, detuvo su marcha en una explanada situada frente al local de la administración, donde ya se distinguía un considerable grupo de personas. Pronto el ambiente se colmó de sonidos. En mi rol de locutor, presenté la agrupación y anuncié un grupo de composiciones que serían interpretadas seguidamente. Las parejas de todas las edades comenzaron a bailar. Coloqué el micrófono de por entre el ojal de mi camisa y todo el recital quedó registrado en mi grabadora. Al concluir una de las piezas, el bajista Juan Formell, al igual que en el programa de Radio trasmitido anteriormente, dio a conocer que proponía disfrutar de un estreno, que, seguramente gustaría y esperaba fuera un éxito más de la orquesta Elio Revé, con la cual ya cosecha triunfos con el ritmo Songo, una mezcla de Son con una variante musical denominada Gogó. En efecto, todos disfrutaron muchísimo al compás del contagioso “Que bolá, qué bolón…” Poco después de las doce de la noche retornábamos a Bayamo. Un poco después de la partida, decidí revisar mi grabación, y como quiera que todos estaban casi dormidos, el volumen era escaso. Fue cuando en la grabación de dejó escuchar la pieza que Formell; quien viajaba justo delante de mí levantó la cabeza, aguzó el oído, buscó y me preguntó: - Eso es una radio… YO no he grabado eso aún… - Sí, nosotros lo grabamos cuando ustedes hicieron e programa que trasmitimos pro Radio Bayamo, pero esto no es una radio, esto es una grabadora… - ¡Qué bien suena! Me la dejas oír… Tomó el aparato y escuchó aquella grabación durante varias oportunidades. Entonces se generó una conversación fuerte ente el músico y otros integrantes de al orquestra, que fue respondida con duraza por Elio Revé, quien había interpretado mal el suceso, al parecer. Formell, muy humildemente comentó: “Estoy buscando u ritmo nuevo que caracterice la orquesta. Mis arreglos y orquestaciones buscan eso. Y si no lo consigo yo, ahí están mis hijos, para eso los estoy preparando” A “Qué bolá qué bolón” siguieron otras piezas antológicas… Y Formell consiguió aquello que anunció en el viaje de Río Cauto a Bayamo. Un tiempo más tarde se escuchaba en la Radio y la televisión y en actuaciones públicas Una nueva agrupación musical cubana que ahora carga 40 años de vida: Los Van Van. El vaticinio de Formell se hizo realidad, y es eso lo que da respuesta a la pregunta que se hacen muchos ¿Qué tiene Van Van? I Ignoro si el maestro Juan Formell recuerda ese instante. Si tengo en mi memoria la entrevista que realicé al director de la Orquesta Revé, Elio Revé, cuando en una oportunidad se desató un rumor que decía que esta agrupación se había desintegrado.Me encontraba trabajando en Radio Progreso y el periódico El Habanero, me pidió esa colaboración. A la casa del reconocido músico guantanamero me fui grabadora en mano, en a compañía del fotógrafo FERVAL. Cuando estaba próximo a la vivienda, comencé a escuchar un sabroso son que registraba a fondo un piano, rasgando el alma del viento. Animadamente conversé con Elio Revé. Recordé momentos en que haciendo de locutor, le presenté en Radio Bayamo y en los carnavales de mi ciudad natal. Entre las anécdotas estaba aquella contaba en este texto. Me dijo, “Es que Juanito, es un músico entrañable. Cuando sucedieron esas cosas, ya era advertible que necesitaba tener su propia agrupación y le presté toda mi ayuda. Si, Qué bolá que bolón marcó un punto de partida, y después vinieron otras que son antológicas, como El martes y Yuya Martínez… Yo admiro a Formell, él tiene ese derecho de ser lo que es y como es”. Ahora Los Van Van, queman el tiempo con 480 meses… más o menos la data de mi anécdota, que suscribo a su memoria
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