CONGRESO JUVENIL MARTIANO DE 1953 (III) [1]
- Firmes acuerdos de la juventud cubana respaldan congreso internacional
- Vigencia martiana.
Aunque la dictadura de Fulgencio Batista se esmeró en maquillar sus actos, reprimió, acusó, apresó y hasta asesinó, no fue posible evitar que la Marcha de la flor y la bandera, la Marcha de las antorchas ni el Congreso Juvenil Martiano por le derechos de la Juventud.
El gobierno dio la astrorización del Congreso el día 24 de enero por la tarde, sin embargo el permiso realmente se produjo el día antes de iniciarse. La inauguración y desarrollo transcurrieron en el Palacio de los Yesistas y en la Asociación de Dibujantes, en la calle Xifrés entre Estrella y Maloja en La Habana Vieja.
Asistieron a la reunión 301 delegados efectivos, 76 fraternos y quedaron privados de asistir 200 delegados, por motivos económicos y otros por proteger sus áreas de trabajo. La presencia estuvo caracterizada por la diversidad sectorial, de credos. Sexo, color de la piel, escogidos en los congresos municipales realizados en 1952.Estaban 8 grupos artísticos y teatrales, sesenta y seis centros de trabajo, dos campesinos y otros elegidos directamente en los congresos municipales.
Se distinguieron por su presencia, Léster Rodríguez, presidente del evento; Abel y Haydee Santamaría; Raúl Castro Ruiz, Antonio - Ñico - López, Flabio Bravo y Lionel Soto.
En fin los jóvenes desarrollaron las marchas previstas, el desfile de las antorchas, al que finalmente se vincularon los que ejecutaron la travesía de la flor y la bandera.
En el Congreso se presento un informe exhaustivo de las principales afectaciones denunciadas por los jóvenes en relación con sus derechos, recogidos desde los congresos municipales y provinciales, que fueron dadas a conocer por el presidente el evento, Léster Rodríguez.
Ente ellas están mejoramiento a las condiciones de vida, acceso a la cultura, al ejercicio de de los deportes, a la superación, educación, ayuda técnica, el cese del peligro de guerra; cese de la discriminación racial, trabajo y subsidio para jóvenes desocupados, y el restablecimiento del orden usurpado por Fulgencio Batista.
Fue electo un Consejo Permanente de 103 miembros, presidido por Léster Rodríguez, con Raúl Castro Ruz, como secretario de propaganda; entre los vicepresidentes figuraron Flabio Bravo, Álvaro Barba, y Joaquín Peláez; en la atención de los asuntos campesinos, Enrique Benavides; y los asuntos femeninos, Conchita Portela.
La repercusión fue amplia. Posteriormente se realizarían el Congreso Internacional de la Juventud en defensa de los derechos de la Juventud, y una delegación de cubanos, presidida por Raúl Castro Ruz, participó en el mismo. En el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes de Viena. En cada foro, los juveniles descendientes de Carlos Manuel de Céspedes, hicieron saber las demandas de los juveniles de Cuba.
Al regreso del Congreso Internacional por los derechos de la Juventud, fueron detenidos, golpeados, torturados y vejados, el jovencito Raúl Castro Ruz, junto a otros latinoamericanos que viajaban vía Cuba. Sería el precio a pagar por someterse a defender el derecho propio.
[1] Todos los informes que se ofrecen en este material fueron extraídos del texto titulado Congreso Martiano, de Odalys Sánchez Cuervo, editado en La Habana, por Publicaciones La Nación Cubana, de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, La Habana, mayo de 1986.
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