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CONGRESO JUVENIL MARTIANO DE 1953 (II) [1]

CONGRESO JUVENIL MARTIANO DE 1953 (II) [1]

 

·          El primer mártir de los jóvenes estudiantes en estas luchas, Rubén Batista.

·          Desfile  de la flora y la bandera.

 

Por Joel Lachataignerais Popa

        jlpopa@enet.cu

 

El 10 de enero de 1953 la Federación Estudiantil Universitaria coloca un busto de Julio Antonio Mella, en una plazoleta situada frente a la Universidad de La Habana, para recordar el aniversario de su asesinato ocurrido en México  veinticuatro años atrás.

En el acto, donde estaban presentes los lideres Raúl Castro Ruz, Álvaro Barba y Léster Rodríguez, éste último destacó la figura de Mella y distinguió el carácter de líder antiimperialista del estudiantado y de la juventud cubana.

Durante el acto y posteriormente, se produjeron provocaciones de elementos contarios y de la policía del régimen batistiano; cinco días más tardes el busto de Mella  fue ultrajado por desconocidos que vaciaron en él tinta, lo que provocó la indignación de los jóvenes, originando una manifestación en la cual no sólo participaron estudiantes, sino obreros y pueblo en general, quienes fueron brutalmente reprimidos, antes de llegar al sitio que recuerda en La Habana del injustificado fusilamiento de los ocho estudiantes de medicina perpetrado por el colonialismo español en  1871.

La confusión creada en el choque determinó el arresto de un grupo de manifestantes, entre ellos el Presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), Álvaro Barba y al líder de la Juventud Ortodoxa, Fidel Castro Ruz, además del destacado estudiante universitario, devenido posteriormente máximo dirigente de la Universidad habanera y asesinado el 13 de marzo de 1957, José Antonio Echeverría y Bianchi.

Los estudiantes agredidos por la policía resistieron heroicamente la presencia de la porra batistiana,  hubo varios heridos. Uno de ellos fue el joven Rubén Batista, quien falleció en un hospital habanero el 13 de febrero,  como consecuencias de las heridas.   

La prensa dio cobertura a todos aquellos sucesos.  Hubo periódicos que reflejaron el acontecer fielmente y otros  manipularon la realidad o decidieron no expresarse. Algunos acusaron a los estudiantes de comunistas; dieron espacio abierto a los inventos de los principales jefes y hasta prohibieron las proyecciones del  Noticiero Cinematográfico.

Las organizaciones juveniles, encabezadas por la Federación Estudiantil Universitaria, expresaron sus criterios en declaraciones públicas a las que se unió también la Juventud Socialista Popular.

 

El desfile de la flor y la bandera.

 

La segunda quincena de enero de 1953 estuvo dirigida a organizar y llevar a vías de hecho la travesía de la flora y la bandera, que consistió en avanzar desde Santiago de cuba hasta La Habana, portando flores y banderas, para concluir en el sitio donde se realizaría el Congreso Juvenil Martiano de los Derechos de la Juventud Cubana.

El 17 de enero se realiza el acto de inicio de estas jornadas en la tumba de Martí en el cementerio de Santa Ifigenia, en la ciudad de Santiago de Cuba, donde un grupo de atletas, portando una bandera cubana y flores, luego de rendirle tributo al Apóstol, emprendieron la travesía que recorrería ciudades y pueblos de todo el país, en lo que resultó una poderosa campaña de promoción del Congreso.

En cada sitio se realizaron actos de masa, donde acudieron principalmente jóvenes y se produjeron discursos de los más importantes líderes juveniles de cada territorio.

Fueron significativos los recibimientos de Holguín, con la presencia de cientos de muchachas y muchachos, Bayamo, donde el Orfeón Martiano ofreció una significativa velada en medio de  los discursos pronunciados; en Las Tuinas, se reunieron más de mil doscientas personas. El recorrido se extendió hasta Guanajay en Pinar del Río.

Al concluir en La Habana, este esfuerzo motivó un llamamiento a toda la juventud habanera para participar masivamente en el acontecimiento. La idea trazada generó la iniciativa de elaborar cientos de banderas y flores blancas, que junto a carteles fueron distribuidas por las calles junto a volantes que llamaban a ser partícipes. 

El gobierno del dictador Fulgencio Batista y Zaldívar, arreció la represión y prohibió realizar la marcha preparada para el 28 de enero a las tres de la tarde.

El acuerdo definitivo de los organizadores del Congreso determinó  realizar un desfile de antorchas el 27 de  enero a las once de la noche; una marcha al rincón martiano el miércoles 28 de enero a las dos de la tarde, concluyendo con una ofrenda floral ante la estatua de José Martí en el Parque, Central de La Habana.

El Magazine Mella, difundió con claridad y perspectivas, todo el programa previsto.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                        



[1] Todos los informes que se ofrecen en este material fueron extraídos del texto titulado Congreso Martiano, de Odalys Sánchez Cuervo, editado en La Habana, por Publicaciones La Nación Cubana, de la Asamblea  Nacional del Poder Popular de Cuba, La Habana, mayo  de 1986.

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