Cuba tendrá una casa insólita en Las Tunas
Parece que se caen, pero no
Joel Lachataignerais Popa jlpopa@enet.cu joecklouis@gmail.com
En una ciudad como Las Tunas (Cuba, a 670 kilómetros al oeste de La Habana), resulta interesante cualquier movimiento encaminado a lograr mínimos y máximos de entretenimiento. Algo análogo a cualquier urbe del mundo, todo lo nuevo llama la atención.
Lo particular para los tuneros es que esta es una localidad que aún tiene que caminar mucho para alcanzar su mejor desarrollo, toda vez que su génesis viene de una zona casi totalmente agropecuaria, donde el ruralismo es un efecto sociológico presente en sus ciudadanos y entorno.
Cuando se utiliza el adjetivo insólito, calificamos lo que es raro, extraño, nuevo, extravagante, original, absurdo, extraordinario y asombroso.
A mi me causó asombro e interés, cuando recibí un e - mail de mi amigo el arquitecto Domingo Alás Rosell, a quien hace tiempo conozco por su incesante interés en buscar e introducirse en temas poco explorados y desconocidos en el mundo del arte y la arquitectura.
Fruto de sus inquietudes han sido obras como la Plaza solar (Plaza Martiana) que rinde homenaje a José Martí en el centro histórico de Las Tunas y el Memorial Caminito de Hanábana, en la provincia occidental cubana de Matanzas, sitio donde el Apóstol de la independencia de Cuba, residió en su niñez junto a su padre, Don Mariano Martí.
Para crear la Plaza Martiana de Las Tunas, Domingo Alás tuvo que esperar varios años de investigaciones que le permitieron conocer mediante investigaciones, un cálculo para crear un monumento mediante el cual conduce un rayo de Sol a desplazarse sobre una mascarilla del rostro de José Martí, justamente a la hora aproximada en que cayó en combate el 19 de Mayo e 1995 en el sitio histórico de Dos Ríos, en Jiguaní, provincia de Oriente (porción actualmente denominada Granma).
Siguiendo estas experiencias, a propuesta de la Oficina del programa Martiano de la República de Cuba, lleva a cabo un nuevo proyecto, esta vez en la provincia de Matanzas, para levantar un Memorial en Hanábana, a partir de registrar allí la huella que en ese lugar existen de la presencia de José Martí. El Sol, nuevamente es el protagonista para señalar fechas, documentos, fotografías…
Esta vez, el Astro Rey, estará presente porque le dará color a la nueva obra y tal vez ejerza cierto protagonismo, sin embargo lo más notorio, lo esencial radicará en la gravedad. Así me lo hace saber el notable arquitecto nacido en Santiago de Cuba y radicado hace más de dos décadas en la ciudad de Las Tunas:
“…es una construcción que en el mundo de la recreación y de la Física se le denomina casa antigravedad porque dentro de su espacio se pueden ver fenómenos que parecen ilógicos y en contra de la ley de la Gravitación Universal”
¿En qué consiste la idea de lo insólito? Domingo también lo aclara: “Se verá que el agua sube por las pendientes así como las bolas, los peces nadan en una posición inclinada respecto al plano horizontal, te sientas y no te puedes parar y muchas otras cosas más como que te podrás parar en una posición muy rara sin caerte”
“De modo que cuando usted entre en esta casa, va a estar en presencia de instantes de entretenimiento, diversión, pasatiempos que no ha vivido antes y que son apariencias creadas desde al arquitectura”
Y esta idea ¿de donde le salió a Domingo Alás?
“Este es un proyecto que amaso desde los años 90 y logré convencer a los decisores hace muy poco.”
“…yo convencí a los decisores de hacer eso en Las Tunas diciéndole que si no creían en mí me dejaran hacer una pequeña para explotarla a todo riesgo como cuentapropista; les propuse vender mi carro y mi casa y con ese dinero construir esa casa para luego volver a comprar lo vendido pero con creces, de hecho la Presidente del Poder Popular Provincial Liliam González (Lili) y Teresa Amerelles Boué (Tita) –entonces Primera Secretaria del Partido Comunista de Cuba en la provincia - me dijeron: ¡Hagámosla! Y ahí está en proceso de construcción”.
“En el mundo hay muy pocas casa de este tipo y en nuestro continente hay dos que yo conozca: Una en EU y la otra en Argentina.”
Así me declaró Domingo Alás, cuando pedí orígenes de este tipo de obras y con su acostumbrado gracejo cubano y especialmente de los orientales manifestó: “… cuando los habaneros, se enteren, van a estar celosos igual que como cuando hicimos La Plaza martiana de Las Tunas”.
Al arquitecto tunero, Domingo Alás Rosell, -creador, con alumnos suyos de arquitectura, también de un proyecto solar para la Capilla del Hombre en Ecuador- le quedan muchos años de vida y de trabajo, pero él, estimulado por su propia convicción de ceador, por las perspectivas turísticas de su nueva obra y por el crecimiento del trabajo por cuenta propia en Cuba, ya está pensando en futuro con su ocurrencia de último momento y declara: “… tal vez, cuando me jubile me contrate como guía de esa casa”.
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