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HISTORIA

UN PUEBLO ENERGICO Y VIRIL DESPIDE A SU HEROE AMADO

UN PUEBLO ENERGICO Y VIRIL DESPIDE A SU HEROE AMADO

Fidel en Oriente en Julio de 1970

Por: Joel Lachataignerais Popa

jlpopa@enet.cu  jjlpopa@gmail.com 

 NO PODEMOS DECIR QUE EL DOLOR SE COMPARTE, eso lo dijo Fidel hace 40 años, cuando despedía el duelo de los deportistas asesinados por Luis Posada Carriles y su camarilla de criminales. Y agregó con firmeza: EL DOLOR SE MULTIPLICA, y hoy lo vemos en la práctica, nuestro dolor está multiplicándose minuto a minuto, y ese dolor nuestro emergido en silencio y paz en las calles de las ciudades, en los caminos de los campos y montañas, en el suave viajar de los ríos  y el riso de los mares, nos impregna firmeza para seguir adelante.

Y aunque las circunstancias no son las mismas, el resto del discurso me sirve para expresar lo que pienso ahora mismo.

 Los que durante más de seiscientas ocasiones intentaron asesinarlo, sentirán ahora la desventaja que la naturaleza ganó para sí. Fidel murió porque todos los seres humanos desparecen un día. Pero su muerte como vaticinó Martí, es la que se puede sufrir ventajosa y gloriosamente morir en brazos de la patria agradecida. Porque –como dijo el Indio Naborí - No pudieron los monstruos de venenos matarte… Fidel, hoy sí  podríamos decir con la misma entereza de aquella tarde, aquella frase tuya, “CUANDO UN PUEBLO ENÉRGICO Y VIRIL LLORA, LA INJUSTICIA TIEMBLA”, porque aunque ellos hoy estén brindando en el dolor nuestro por saberte muerto, en realidad los tristes buitres temblarán en su inhumana desdicha. Temblarán y morirán de espanto. Los pueblos, los pobres por los que Fidel dio su vida entera de 90 años de sacrificios universales, como él dijo de Cuba, en su último discurso, ¡VENCERÁN!

EL COMIENZO DE UNA REVOLUCION

EL COMIENZO DE UNA REVOLUCION

 

Por: Joel Lachataignerais Popa

jlpopa@enet.cu  jjlpopa@gmail.com

  Por estos días los cubanos vivimos los días post Matthew, el poderoso huracán categoría 4 que arrasó con zonas  situadas en la geografía más oriental del país. Y hemos retenido en la memoria aquellas escenas de dolor que nos deja, comparándolas con los infernales momentos en que todos fuimos novatos en 1963, azotados por el ciclón Flora, en un periplo bastante similar.

Traemos a la memoria que 53 años atrás el diez de octubre nos resultó una efeméride de ratificación de la conciencia que hoy se ratifica entre los cubanos y de modo muy especial por los baracoenses, vecinos de Maisí, las zonas aledañas el lugar histórico por donde desembarcó José Martí en 1895 en Playita de Cajobabo y toda la región de Guantánamo.

Al rememorar hoy la fecha en que Céspedes se alzó, es meritorio recordar también las palabras pronunciadas por Fidel en la noche del 10 de octubre de 1968, cuando celebramos los Cien Años de lucha. Veamos y reflexionemos algunos fragmentos de aquel discurso, que como clarinada permanente, destacan vigente determinación de firme decisión y combate:

“…nuestro pueblo conmemora aquella fecha al cumplirse cien años.  Y este primer centenario del inicio de la lucha revolucionaria en nuestra patria es para nosotros la más grande conmemoración que ha tenido lugar en la historia de nuestro país.   

¿Qué significa para nuestro pueblo el 10 de Octubre de 1868?  ¿Qué significa para los revolucionarios de nuestra patria esta gloriosa fecha?  Significa sencillamente el comienzo de cien años de lucha, el comienzo de la revolución en Cuba, porque en Cuba solo ha habido una revolución: la que comenzó Carlos Manuel de Céspedes el 10 de Octubre de 1868 (APLAUSOS). Y que nuestro pueblo lleva adelante en estos instantes.   

No hay, desde luego, la menor duda de que Céspedes simbolizó el espíritu de los cubanos de aquella época, simbolizó la dignidad y la rebeldía de un pueblo —heterogéneo todavía— que comenzaba a nacer en la historia.   

Fue Céspedes, sin discusión, entre los conspiradores de 1868 el más decidido a levantarse en armas.  Se han elaborado algunas interpretaciones de su actitud, cuando en la realidad su conducta tuvo una exclusiva motivación.  En todas las reuniones de los conspiradores Céspedes siempre se había manifestado el más decidido.  En la reunión efectuada el 3 de agosto de 1868, en los límites de Tunas y Camagüey, Céspedes propuso el levantamiento inmediato.  En reuniones ulteriores con los revolucionarios de la provincia de Oriente, en los primeros días de octubre, insistió en la necesidad de pasar inmediatamente a la acción.  Hasta que por fin el 5 de octubre de 1868, en una reunión en el ingenio —si mal no recuerdo— “Rosario”, los más decididos revolucionarios se reunieron y acordaron el alzamiento para el 14 de octubre”. 

En aquel discurso Fidel desarrolla esta tesis; explica las estrategias seguidas por los revolucionarios de entonces, fundamenta como el proceso de lucha forja al pueblo y de él salen los grandes jefes, como Antonio Maceo, Ignacio Agramonte, Calixto García, Máximo Gómez y otros; evoca la capacidad de enfrentarse al enemigo, aún cuando se propone una paz amañada en el denominado Pacto del Zanjón que destroza Antonio Maceo con su gesto de hierro y destaca cómo, de los análisis de estas situaciones emerge José Martí, como principal ideólogo revolucionario, para preparar la guerra necesaria. 

Así lo destaca: Y debemos decir que nuestra patria cuenta con el privilegio de poder disponer de uno de los más ricos tesoros políticos, una de las más valiosas fuentes de educación y de conocimientos políticos, en el pensamiento, en los escritos, en los libros, en los discursos y en toda la extraordinaria obra de José Martí.   

Y a los revolucionarios cubanos más que a nadie nos hace falta tanto cuanto sea posible ahondar en esas ideas, ahondar en ese manantial inagotable de sabiduría política, revolucionaria y humana.   

No tenemos la menor duda de que Martí ha sido el más grande pensador político y revolucionario de este continente”. 

Aquel 10 de Octubre de 1968, Fidel en profunda clase de historia de Cuba, explica las luchas de Martí por evitare que Cuba –como la América toda- caigan en manos de los Estados Unidos; cómo oportunamente los Estados Unidos intervienen en nuestra victoriosa guerra mambisa, distorsionan el camino, y al amparo de la intervención militar y de la Enmiende Platt comenzaron sin escrúpulos de ninguna índole a amañar la república y a preparar las condiciones para apoderarse de nuestra patria.

Significó cómo de modo oficial se intentó enseñar a los cubanos de la época en las escuelas que fueron los norteamericanos los que nos liberaron y promovió que realmente los que están llamados y tienen que ser los más interesados en divulgar las realidades de la historia, conocer esas realidades y esas raíces, son los revolucionarios.

El Comandante en Jefe el 10 de octubre de 1868 dignificó las luchas de los mambises contra la esclavitud y significó que aquellas luchas son tan válidas como las actuales porque si la esclavitud era una institución salvaje y repugnante, explotadora directa del hombre, el capitalismo era también igualmente una  institución salvaje y repugnante que debía ser abolida.

Hay momentos en el discurso de Fidel aquel 10 de Octubre que no podemos olvidar, porque ratifican que nuestra revolución es el resultado de aquellos gestos de 1868:

 

“Hoy nuestro pueblo se enfrenta a corrientes similares, a las mismas ideas reaccionarias revividas, a los nuevos intérpretes del autonomismo, del anexionismo; se enfrenta a los proimperialistas y a los imperialistas.  Pero se enfrenta en condiciones muy distintas”. 

“La Guerra de los Diez Años, como decía Martí, no se perdió porque el enemigo nos arrancara la espada de la mano, sino porque dejamos caer la espada.  Después de diez años de lucha, enfrentados al imperialismo, ¡ni el imperialismo ha podido arrebatarnos la espada ni nuestro pueblo unido dejará jamás caer la espada! “ (APLAUSOS.) 

“Porque la Revolución es el resultado de cien años de lucha, es el resultado del desarrollo del movimiento político, de la conciencia revolucionaria, armada del más moderno pensamiento político, armada de la más moderna y científica concepción de la sociedad, de la historia y de la economía, que es el marxismo-leninismo; arma que vino a completar el acervo, el arsenal de la experiencia revolucionaria y de la historia de nuestro país”. 

Fuimos el último en comenzar, es cierto, pero hemos llegado tan lejos como nadie.  Hemos erradicado el sistema capitalista de explotación; hemos convertido al pueblo en dueño verdadero de su destino y de sus riquezas.  Fuimos el último en librarnos de la colonia, pero hemos sido los primeros en librarnos del imperio (APLAUSOS).  Fuimos los últimos en librarnos de un modo de producción esclavista; los primeros en librarnos del modo de producción capitalista, y con el modo de producción capitalista de su podrida estructura política e ideológica.  Hemos echado abajo las mentiras con que pretendieron engañarnos durante tantos años.  Estamos reivindicando y restableciendo la verdad de la historia…”

El diez de Octubre es uno de los puntos más luminosos de nuestra Historia, esa luz que junto los caminos desde Hatuey hasta nuestros días.

 

 

 

“CICLON FLORA”: LA GLORIA DE RADIO BAYAMO:

“CICLON FLORA”: LA GLORIA DE RADIO BAYAMO:

 

Por Joel Lachataignerais Popa

jlpopa@enet.cu jjlpopa@gmail.com

Como ahora, en los días del ciclón “Flora”, la prensa estuvo a disposición del pueblo. Aunque hubo que recibir algunas lecciones, pues algunos querían tomar la noticia tan “de primer mano”, que no se daban cuenta de que la mejor nota puede sacarse del lugar de los hechos.

Durante todos aquellos días la emisora local Radio Bayamo –que acaba de cumplir un nuevo aniversario este lunes- se mantuvo en el aire. Recordemos que entonces las emisoras solamente trasmitían hasta las 9 ó 10 de la noche, y en el caso descomunal del “Flora”, todos estuvieron dispuestos a triplicar esfuerzos.

Por entonces la redacción era pobrísima: un solo redactor que se servía de los reportes de aquellos que trabajaban para órganos nacionales y provinciales y algunos aficionados que le llevaban algo al noble Heberto Carvajal Olazábal.

Por suerte, ya a Ángel Sánchez Contreras lo habían aceptado como corresponsal del diario “Sierra Maestra” y hacía sus cosas en Radio Bayamo –CMKX- donde hacía sólo dos meses me estrenaba.

Se contaba con el apoyo de Ángel Ramos, como Director y la entrañable y legendaria solidaridad de aquellos que trabajaban para medios nacionales, como Rubén Castillo Ramos, de Bohemia; Roberto Arnaldo Paneque (Robert A.), de Revolución; Rafael Lapinell Rivero de la radio nacional; Manolo D’Acosta, de el periódico “El Mundo” y un grupo de voluntarios en centrales azucareros y otros centros laborales.

Lo que pasó, para que pudiéramos mantenernos todo el tiempo “gobernando” en las ondas hertzianas del Oriente cubano, está contado así en el Capítulo titulado “Ciclón Flora y otros recuerdos”, de mi libro “Como me hice Periodista”, (Editorial Sanlope, Las Tunas 2006, pág. 25)

 

Por aquellos días el transmisor estaba defectuoso y la emisora se iba del aire por minutos.

Ante la situación de emergencia, el locutor Rolando Pacheco Reyes, mecánico y técnico de radio, dijo que él podría aún en medio de la lluvia repararlo y ponerlo al aire.

Con ese fin fueron hasta allí él y Rafael Lapinell. Pinzas y destornilladores en manos, Pacheco Reyes logró su objetivo.

Lastre se fue al transmisor, como refuerzo nuestro, a fin de cuentas era un técnico que nos ayudaría mucho.

Tendríamos que garantizarle la permanencia allí y de eso se encargaría Ángel  Sánchez. Desde allá recibíamos información sistemática.

Era increíble, la emisora, con un viejo equipamiento RCA, apenas sin atenciones técnicas, se encontraba “al kilo “, como decía él. Había confianza.

Ya era el tercero y el cuarto día.

 Empezamos a recibir llamadas telefónicas de los operadores de los transmisores de Radio Rebelde, Radio Progreso, CKMC, radicados en la periferia de Bayamo y los que estaban en Las Mercedes, en las estribaciones de la Sierra Maestra. Pedían ayuda, porque sus   emisoras no estaban saliendo por ellos, ya no tenían comunicación con La Habana y Santiago y no sabían qué hacer.

Lo único que sintonizaban era Radio Bayamo. 

/Ante tal situación, les pedimos que se encadenaran con nosotros.

El primero en llamar fue el operador de CKMC, - recuerdo su apellido, Medina -,  que se encontraba cerca del aeropuerto. Y fue el estrenado con el encadenamiento, que nos parecía lógico y útil, porque ellos no podían abandonar el puesto.

Aquél mismo día recibimos llamadas telefónicas de Mayarí, Holguín, Las Mercedes y otros lugares donde había forma de llamar. Eran personas que pedían que pusiéramos mensajes a sus familias. Y también otras llamadas para responder algunos de aquellos mensajes.

Primero recibimos una reprimenda por haber indicado el encadenamiento. Después vino una felicitación, pues se escucharon los mensajes aquellos que venían desde los lugares donde aquella loca la acción  permitió sintonizarnos.

Fuimos de las pocas instituciones que no perdieron ni electricidad, ni telefonía.

 CMKX, Radio Bayamo, fue  también  la única emisora que se escuchó en esos días.

La presencia de Lastre nos ayudó a ser, al menos por aquellos días, una emisora de todo el territorio oeste oriental.

 

En memoria de Sixto Batista Santana

En memoria de Sixto Batista Santana

Sixto Batista Santana: siempre alegre, enérgico, exigente

 

Joel Lachataignerais Popa jlpopa@enet.cu joecklouis@gmail.com

 

La primera vez que lo vi fue en la Unidad Militar del Ejército de Oriente donde cumplía mi servicio militar. El Jefe de la División, Rigoberto Rivero Rodríguez –por entonces Primer Capitán- me había pedido acudir a un encuentro de preparación política en el Centro de estudios, donde estaría el Jefe del Ejército de Oriente, en la compañía de otros oficiales de su Estado Mayor. Sixto Batista Santana, con grados de capitán, tendría a su cargo el desarrollo del seminario de preparación política.

Mi tarea era fotografiar, preparar un álbum de aquel acontecimiento y elaborar un texto para BARAGUÁ - la publicación que yo dirigía en aquella U. M. – la cual acompañé de una de las fotografías obtenidas en el acto.

Después de aquel momento pude tenerlo cerca muchas veces en las FAR, pues mi tarea estaba en la Sección Política, que el atendió en el Ejército de Oriente y después en el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

De nuevo en la vida civil opude entreistarlo varias vecs como Coordinador nacional de los Comités d eDefensa de la REolución (CDR).

Recuerdo su forma gentil de ordenar una tarea o misión al subordinado, eran solciitudes acompañadas del argumento requerido para lo que era necesario realizar, por eso cuando algo no salía bien al subordinado, la llamada de atención, el requerimiento o el escarmiento, llegaba con aleccionador reflejo de conciencia - a parte del dolor que pudiera sentir el incumplidor -: se advertía el regaño pero no con la fuerza tal, porque alcanzaba el consejo.

Ello no quiere decir que “el Jefe Sixto Batista Santana”, que también era compañero y amigo, pudiera reprimir en caso necesario. La mano dura estaba muy cerca de la flexibilidad.

Lo que más recuerdo ocurrió entre Angola y Etiopía, el 1 de octubre de 1980:

Horas antes había salido del aeropuertote La Habana con el fin de cumplir misión militar internacionalista en calidad de periodista de la radiodifusión cubana; una tarea que vinculaba lo civil y lo militar y se particularizaba en la labor periodística entre los combatientes que en Etiopía apoyaban la custodia de la paz en aquella región.

En el aeropuerto de Angola aguardamos largo tiempo por la salida de la nave hacia Addis Abeba. El anuncio se hizo ya de noche. Fui de los primeros en abordar el aparato. Cuando llegué a la puerta, segundos antes de penetrar, me tomaron del brazo y me indicaron sentarme en un asiento y cuidar de que nadie pudiera sentarse en los asientos delanteros y colaterales al mío.

Me puse a leer un periódico. Estaba extrañado, me habían dado una orden y estaba tenso porque no sabía por qué. Un millón de preguntas acudieron a mi mente. Pero bueno a todos los que subían les fui indicando que esos asientos no se podía ocupar…

Cuando todos los pasajeros ya estaban en sus lugares correspondientes, subió un oficial que se detuvo frente a mi y señaló hacia los mencionados sillones aéreos, y entonces presencié con asombro que se iban ocupando por importantes figuras del país y el último de ellos fue Sixto Batista Santana, ya con grados de General, quien se sentó próximo a donde yo estaba, ya dispuesto a irme para otro lugar, pero fui detenido por dos cosas:

Primero, miré hacia el fondo de la nave y ya no había capacidad para mí. Segundo, el oficial que me había detenido al subir, me dijo, usted no ha concluido la tarea todavía: ese es su asiento, por favor siéntese.

Volví a mi periódico, con un poco más de tensión. Trajeron algo que consumí rápidamente. Entonces Batista Santana, se dirigió a mí. Hizo varias preguntas, y recordó la última entrevista realizada en Las Tunas, siendo Coordinador Nacional de los CDR. 

Su comentario sobre aquella sencilla tarea periodística, fue compartida por él hacia sus acompañantes: Rafael Francia Mestre, entonces embajador de Cuba en Angola; Raúl Curbelo, quien en esa nación africana atendía las tareas del Partido Comunista de Cuba; los Generales Arnaldo Ochoa, entonces Jefe de la Misión Militar en Etiopía y Ramón Espinosa Martín, quien viajaba a la antigua Abisinia, a tomar el mando de la representación cubana. 

A la llegada a Addis Abeba, la capital de Etiopía, el General Batista Santana pidió que me incorporaran al grupo de personas que con él iban hacia Diredawa en avión, pues en definitiva el destino final de ellos era el mismo rumbo que yo llevaba.

De modo que al día siguiente, me encontraba en el viejo aeropuerto cercano a la ciudad desde donde el vetusto aparato militar de fabricación soviética  haría la travesía. Subí a la nave con un maletín a rayas amarillas y rojas, donde llevaba algunas cosas personales y portando en las manos un largo tubo de cartón, donde portaba información para la Sección Política.

Sixto me miró y ordenó:

- Coloca el maletín allí. Y como quiera que veo que no cabes en los escasos asientos, acomódate ahí mismo en el maletín. Ya veremos en el viaje como hacemos para descansar, aunque el traslado es rápido.

Me acomodé y esperé el momento en que aquello alzara el vuelo. Tenso todavía, me sentí suspendido por el alarido del técnico ruso que subió y señalándome indicó varias palabras que sentí estaban aludiéndome. Miraba hacia uno y otro: Sixto explicaba y el ruso hablaba cada vez mas duro… y ganó él.

- Lo sentimos, periodista, dice el técnico que este aparato con nosotros, ya va saturado. Bájate, te prometo mandarte a buscar con los periodistas que están aquí de viejo. Así que espera a que mañana o pasado mañana te recojan.

- Está bien, general, de todos modos, muchas gracias, yo esperaré.

- Nos vemos acotó el General, mientras los demás, miraban con pena mi destino final.

El día 3 de octubre, hicimos un intento de viaje en ómnibus. Tuvimos un accidente sin mucha importancia. Algunos recibimos golpes en las piernas, brazos y costillas pero – como decía mi papá – “la sangre no llegó al río”. Entonces se decidió que hasta tanto no hubiese un ómnibus en condiciones, no se viajaría.

El día siete por el mediodía llegaron los periodistas del MINFAR, y me buscaron:

- Prepárese que mañana nos vamos. Vinimos a buscarlo.

De modo que tomamos carretera desde Addis hacia Harargue aquel sábado 8 de octubre de 1980, más de quinientos kilómetros subiendo y bajando montañas, admirando lugares recónditos por los que pasamos brevemente, como Arba, y comencé a tomar experiencia de combatiente internacionalista. Llegamos en hors de la tarde.

Esa misma noche concluía el torneo de boxeo de la Misión Militar Cubana en Etiopía que disfruté con mis compañeros de Radio Tatek y la presencia de aquellas importantes personalidades, que generaron –en primeros momentos y en aquél instante inicial – nuevas anécdotas que puedo contar más tarde-

Quedé complacido. Sin embargo jamás supe por qué me detuvieron a la entrada del avión en Angola, quién decidió aquello, pues aún no era el combatiente internacionalista que horas mas tarde comencé a ser.

El estudiante José Marti Pérez

El estudiante José Marti Pérez

El estudiante José Marti Pérez, medalla en pecho

 

Joel Lachataignerais Popa  jlpopa@enet.cu  joecklouis@gmail.com

 

Cuando del Héroe Nacional de Cuba se trata, entre los temas que los jóvenes solicitan se encuentra el de “Martí estudiante”. Ya se sabe, porque siempre que se habla del Apóstol de Cuba se dice, que Martí era un estudioso empedernido, capaz de sacrificar cualquier acción de beneficio personal a favor de alcanzar un nuevo conocimiento. De hecho, fue autodidacto, lo cual confirma lo antes dicho.

A propósito de que este 2014 se cumplen 140 años de que José Martí alcanza sus títulos universitarios, pasaremos revista a esa conducta que sienta la impronta del joven cubano forjador de la patria, quien se ve precisado a dejar las aulas y se convierte en autodidacto.

Se estima que aprendió a leer y a escribir en Valencia y se sabe que en el mes de junio de 1859 aparecía matriculado en una escuelita de barrio, un año más tarde recibe clases en el colegio San anacleto, dirigido por Rafael Sixto Casado, quien perfecciona sus conocimientos infantiles de lectura y escritura, fundamentalmente.

En marzo de 1865 ( [1] ) ingresa en la Escuela de Instrucción Primaria Superior Municipal de Varones que dirige Rafael María de Mendive, quien fue el máximo tutor de su vida estudiantil y el 27 de Septiembre de 1866 es admitido en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana.

José Martí matricula como alumno de la Escuela Profesional de Pintura y Escultura de La habana, conocida como “San Alejandro” el 15 de Septiembre de 1867 y es dado de baja el 31 de octubre de ese mismo año, pero aparece como alumno de bachillerato del colegio San Pablo, que dirige Rafael Maria de Mendive, hasta que fue clausurada la institución por las autoridades colonialistas de España el 23 de marzo de 1869.

Después de ese acontecimiento Martí deja de asistir a clases en La Habana y reanuda sus estudios pero en condición de autodidacto. Es desterrado a España, por primera vez y a partir de mayo 31 de 1871, se convierte en estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Madrid, de donde se traslada el 17 de mayo de 1873 para la Universidad Literaria de Zaragoza, pero es un estudiante no presencial.

Once días más tarde solicita autorización de exámenes al Rector  de esa Universidad y el 30 de agosto, se dirige al director del Instituto de Zaragoza, con el fin de examinar las asignaturas que le faltaban para terminar el bachillerato.

El año de 1874 es profuso en lides estudiantiles para el joven estudiante José Martí Pérez. Entre el 25 y 27 de junio, aprueba los ejercicios de grado de Bachiller en Artes, y el 30 de junio obtiene el grado de Licenciado en Derecho Civil y Canónico.

Apenas dos meses después, el 31 de agosto del mismo año de 1874, el Apóstol de Cuba matricula en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza; median sólo 54 días para que el 24 de octubre, alcanzara el grado de Licenciado en Letras y Filosofía.

Otros detalles de Martí estudiante.

Son significativos pormenores del relato anterior.

Cuando en junio de 1874 se presenta a exámenes, realiza con excelencia dos ejercicios para el grado e Bachiller en Artes, título que no le fue entregado debido a que no contaba con el dinero para pagar esos gastos.

El examen que realiza satisfactoriamente el 30 de junio como aspirante al grado de Licenciado en Derecho Civil y Canónico, se efectúa de forma oral. Debió elegir una tarjeta y desarrollar la pregunta “Párrafo inicial del libro primero título segundo de la Instituta de Justiniano. Del derecho natural de gentes y civil”

También por el mismo método procede a su examen para el grado de Filosofía  y Letras, el 24 de octubre del mismo año, cuando saca a suerte el tema “La oratoria política y forense entre los romanos. Cicerón como su más alta expresión: los discurso examinados con arreglo a sus obras de Retórica”. Los profesores que le examinaron calificaron de brillante su exposición y le otorgaron la nota de sobresaliente.

Quienes le conocieron de cerca aseguran que José Martí Pérez, leía mucho y de todo y estudiaba constantemente. La cronología anterior lo demuestra. Su capacidad de autodidacto le brindó la posibilidad de hacer todo sus estudios frente a los profesores en breve tiempo, lo demás, aprehenderse de los conocimientos, fue obra de su férrea disciplina, la fortaleza de voluntad y tesonera disposición de buscar y encontrar sus objetivos.

Es cierto que se trata de una excepcional inteligencia, sin embargo, para las personas comunes se pueden extraer lecciones válidas: disciplina, voluntad, tesón y objetivos bien trazados desde el yo interno. He ahí la esencia de la cultura y la enseñanza para una conducta martiana a seguir.



[1] Hidalgo Paz, Ibrahím, “José Martí cronología 1853-1895”, Editorial de Ciencias Sociales, La habana, 1992)

Ser patriota de Cuba

Ser patriota de Cuba

Monumento a José Joaquin Palma en Bayamo

 

Joel Lachataignerais Popa    jlpopa@enet.cu    joecklouis@gmail.com

 

Los cubanos tributan profundo honor a Francisco Vicente Aguilera, en ocasión del aniversario 193 de su natalicio (Bayamo, 23 de junio de 1821).

Fue de los primeros conspiradores cubanos contra el dominio del colonialismo español, que mantuvo en cadenas de esclavitud a Cuba desde que en 1492 llegó a estas tierras, hasta que en el Siglo XIX, se generaron las guerras de independencia que abrieron camino a la derrota de España por el Ejército Libertador.

En Bayamo, la ciudad Monumento Nacional de Cuba, se forjaron las intenciones de combatir el colonialismo, cuando se constituye el primer núcleo rebelde, entre cuyos líderes figuraba el más grande acaudalado del Oriente cubano de la época, Francisco Vicente Aguilera.

Amigo del principal líder de aquel movimiento, Carlos Manuel de Céspedes, otro bayamés, abogado de profunda formación intelectual y política, Aguilera se vinculó estrechamente a la causa y entregó a ella todo su dinero, para lo cual se deshizo de sus propiedades.

Fue enviado por Céspedes a los Estados Unidos, donde comprobó que los gobernantes de aquella nación, no estaban interesados en apoyar y reconocer la lucha contra España.

Permaneció en Norteamérica, en su labor de lucha por la independencia cubana y allí falleció, solo, empobrecido y honorable. Su dignidad se alza hoy como bandera y símbolo de ejemplo.

Ser patriota en Cuba, ha sido y es, una conducta basada y regida por principios éticos, sustentados en el amor a la tierra en que se nació y que necesariamente no tienen que estar expresados en ley alguna.

Son principios manifestados desde las primeras rebeliones, como la del Cacique Hatuey, aquel legendario rebelde nativo de Santo Domingo, quien brindó su vida a la libertad de Cuba e indicó a los nativos de esta Isla que quienes acababan de llegar, eran esclavistas, y por ello fue quemado vivo.

Pudiera decirse que Hatuey fue el primer patriota cubano, como también puede decirse que fue el primer internacionalista.

A esa conducta se unen quienes años mas tarde contribuyeron con sus estudios y combate a la forja de la nacionalidad cubana, en el ejercicio de las ideas y el pensamiento y en la concreción del Ejército, que desde 1868, hasta 1898, combatió derrotó a España y fue traicionado por el Ejército de los Estados Unidos, distorsionando los propósitos nobles de hombres como Francisco Vicente Aguilera.

Ser patriota cubano ha sido y es mantener una conducta ética de amor a la patria, sostén de defender los principios de la Patria y, estar dispuestos a los sacrificios necesarios por hacerla feliz y vivir abrazados a esa bandera.

Hombres hay registrados en la Historia de Cuba, cuyas biografías ofrecen suficientes argumentos para escribir un profundo estudio de axiología del patriotismo.

El periódico de los jóvenes en Cuba, Juventud Rebelde, publicó en su edición del domingo 22 de junio de 2014, una entrevista de la periodista Yisel Rodríguez Milán, bajo el título de “Las fronteras simbólicas del patriotismo”, en la cual el joven Doctor en Ciencias Históricas, Elier Ramírez Cañedo, analiza el concepto de patriotismo y define ideas que merecen estudio.

Cuando los bayameses, a nombre de Cuba, tributaron este 22 de junio el merecido homenaje a Francisco Vicente Aguilera en el parque donde descansan sus restos, “El Retablo de los Héroes”, toda su luz extendió el fulgor de vigencia del concepto martiano de Patria en un ideal de conducta para ser patriota de estos tiempos. 

 

Gagarin: la imagen del amigo de Cuba

Gagarin: la imagen  del amigo de Cuba

Yuri Alekséyevich Gagarin, en pleno vuelo

 

Joel Lachataignerais Popa  jlpopa@enet.cu   joecklouis@gmail.com

 

 Yo quedé muy impresionado cuando escuchaba por la radio las noticias acerca del viaje al cosmos de aquel símbolo que fue el primer ser vivo que estableció contacto con la ruta hacia otras galaxias: la perrita “Laika”.

Mucho mas creció la emotividad cuando se anunció que un hombre estaba circunvalando la tierra y al leer declaraciones de Yuri Gagarin describiendo el planeta y decirnos que podía admirar a Cuba.

Pronto lo tuvimos entre nosotros. Como él a Cuba, nosotros lo admiramos mucho.

Pasó mucho tiempo, -aquello fue en los años de la década del los 60 del Siglo XX-  y el 25 de Julio de 1987 me vi de pronto en un museo moscovita que recuerda los primeros momentos de la cosmonáutica: Allí estaban el Lunajob, los primeros satélites, la nave tripulada aquella vez por Yuri, la primera pieza espacial que conmutó con otra norteamericana y una gigantesca foto de Yuri, que fotografié y atesoro en mis memorias; en mi archivo están esos recuerdos, pero en mi memoria late la fuerza del corazón aquellos momentos.

Pienso que cada cubano tiene una imagen espiritual de aquel joven carismático que un día nos saludó desde al Plaza de la Revolución José Martí en La Habana, abrazado de Fidel.

Loza de flores y una bandera para Melva

Loza de flores y una bandera para Melva

La sonrisa de Melva, no se nos olvidará

 

Joel Lachataignerais Popa jlpopa@enet.cu  joecklouis@gmail.com

 

El tiempo siempre marca un espacio para el instante definitivo de la vida. Ella fue la única de las mujeres heroicas más notables de la revolución que no pude conocer. Pude sentir la presencia de Haydee, Vilma, Celia, como periodista, trabajador y hombre de la Patria. Y así como estas, otra más como la Mariana, Ada Bella Pompa (Bellita), Olgo Guevara o "La Soraya Bayamesa".

Pero Melva dejó su huella en el aroma de ser y esa fragancia de luz, eternizó en vida su presencia indómita de símbolo emergente universal.

De ella, que se hablará siempre en presente, los de hoy y de mañana, recordarán la valía juvenil y generosa, de patriota del Moncada, la clandestinidad, la Sierra, el llano y de soldado universal internacionalista de las causas humildes.

Se adelanta trazando el camino de la paz con un suspiro martiano en una loza de flores y una bandera.