LAS TUNAS, CUBA: A FAVOR DE LA PAZ: NO A LA GUERRA
Por: Joel Lachataignerais Popa jlpopa@enet.cu joecklouis@gmail.com
En 1987 tuve la oportunidad de visitar el puerto de Westerplatte, al norte de la ciudad polaca de Gdansk. Fue por allí por donde el primero de septiembre de 1939, tras una orden emitida por Adolfo Hitler, tropas alemanas invadieron a Polonia dando origen a la Segunda Guerra Mundial. Ahora es un parque inmenso. A la entrada se conservan las instalaciones donde siete jóvenes iniciaron la resistencia de horas. Al fondo, sobre una pequeña elevación, hay un monumento que se eleva al cielo y en su base una gran vitrina de mármol y piedras guarda la osamenta de los caídos: es el monumento en honor a quienes lucharon contra el nazifascismo alemán.
Después visité una isla situada a casi una hora de distancia de la costa de esa misma ciudad. Allí figuraba el campamento alemán de la isla de Stutthof, donde hasta horas antes del fin de la guerra, estuvieron en cautiverio más de tres mil mujeres. Vimos allí atrocidades de todo tipo: cómo los nazis degradaban a los individuos sólo por considerarlos inferiores y cómo preservaron las pieles jóvenes de las muchachas para hacer muebles, artículos de adorno; unos sitios en donde a la presencia de los demás quemaban vivas a las personas, otro en que las ahorcaban y un cuarto muy pequeño de metro y medio de ancho por cuatro de fondo, donde penetraban hasta 15 personas y con gases exterminaban sus vidas.
La guerra empezó aquel 1 de septiembre de 1939 y concluyó el 2 de septiembre de 1945. Duró seis años. Los muertos se calcularon en algo más de cincuenta millones, y se computa que los heridos y mutilados fueron mas de treinta y cinco mil. Y los gastos financieros fueron astronómicos: Más de un billón ciento 17 mil millones de dólares.
Aquella guerra Hitler la inició con una burda mentira trasmitida por la radio alemana e inmediatamente declaró el estado de guerra e inició el desembarco de tropas por Polonia.
Antes de terminar, Estados Unidos, inexplicablemente, lanzó aquellas memorables bombas sobre Hiroshima y Nagazaki. Al parecer estaba muy interesado en demostrar su poderío. ¡Gran ignorancia!
Ahora se cumplen 71 años del inicio de aquella conflagración iniciada por el imperio alemán en su afán de dominio universal y nos encontramos en la batalla para sugerir, persuadir, proponer al presidente norteamericano Barak Obama, que sea consecuente y evita iniciar una guerra que traerá consecuencias fatales. Como amantes del futuro los tuneros alzamos la voz a favor de la paz: y decimos: no a la guerra.
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