ES EN VERDAD PARA TODOS LOS TIEMPOS
Por: Joel Lachataignerais Popa
jlpopa@enet.cu joeklouis@gmail.com
Una de las armas esgrimidas por el imperialismo yanqui desde los primeros momentos de sus aspiraciones contra Cuba, ha sido intentar demostrar somos incapaces de lograr un gobierno propio. Con ese fin estructuraron sus estrategias desde los primeros momentos del inicio de las guerras de independencia.
Carlos Manuel de Céspedes, Antonio Maceo, Máximo Gómez, y José Martí, entre otros luchadores por la libertad, la independencia y la soberanía cubana, denunciaron el interés yanqui en apoderarse de Cuba y convertirla en territorio bajo su jurisdicción. Similares análisis realizaron otros muchos hasta llegar a Fidel Castro.
Todos estos años, desde 1959, los Estados Unidos, amparándose en burdas y sucias campañas han intentado colocar a Cuba en el banquillo de los acusados, sobre todo en temas como el terrorismo, los derechos humanos, el narcotráfico. Sin embargo, cotidianamente el disparo les sale por la culata.
Los cubanos obtenemos la inmunidad en el reconocimiento de la Comunidad Internacional, aunque junto a los cacareos mafiosos y de la Casa Blanca, haya otros que en Europa, intenten llenar de irrelevantes campañas los medios de difusión contra verdades luminosas que reposan en el corazón de los pueblos.
Cuba acaba de ser electa hasta junio de 2011, vicepresidenta del Consejo de Derechos Humanos, el órgano de Naciones Unidas especializado en la promoción y la protección ante violaciones del derecho de los ciudadanos. Es además de una señal de reconocimiento a Cuba, un mensaje a quienes se empeñan en empañar a la Isla.
Para justificarlo está José Martí, quien en un análisis de política respecto a cuba en 1894, manifestó que “Un error en cuba, es un error en América, es un error en la humanidad moderna.” Y cerró aquella idea manifestando: “Quien se levanta hoy con Cuba, se levanta para todos los tiempos”.
Sobre tales principios avanza la causa de Cuba, porque es en verdad para todos los tiempos.
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