Mis recuerdos del Che Guevara
Por: Joel Lachataignerais Popa jlpopa@enet.cu joecklouis@gmail.com
Como todo periodista acaricié el deseo de poder reportar algún acontecimiento en el cual participara el Che. A él le había visto el 22 de diciembre de 1961 en el acto de proclamación de Cuba como Territorio Libre de Analfabetismo en La Habana, a una larga distancia saludando a la multitud de la cual yo formaba parte. Y esa fue, - a parte de un acto en Santiago de Cuba - en definitiva la única oportunidad en que físicamente le vi. Todo lo demás fue televisión, cine y fotos.
Inclusive hubo una oportunidad en que visitó la provincia de Oriente, y estuvo en Bayamo para un encuentro con milicias juveniles y no estuve allí.
Un día de octubre de 1964 me llamaron del Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS), -anterior nombre del Partido Comunista de Cuba-, para que estuviera allí a las siete de la mañana para que reportara una visita importante.
Llegué a la hora solicitada al sitio donde me convocaron y ya la comitiva había salido, me dieron el plan de visitas y comencé a seguirlo por mi cuenta, pero cuando llegaba, ya se habían ido; parecía un juego a los escondidos, o una carrera maratónica, encuéntrame si puedes.
En realidad me pidieron que hiciera una nota de aquello para la emisora local, CMKX, Radio Bayamo, pero el visitante andaba solo sin periodistas, y desde la ciudad de Santiago de Cuba me pidieron que pasara urgente los datos para el periódico Sierra Maestra, y me consideré entonces enviado especial.
Finalmente resolví la información, porque los principales dirigentes del Bayamo de entonces, Juan González y Narcés López Vázquez, como testigos del acontecimiento me llamaron a su oficina, y me relataron sus vivencias. También visité los lugares recorridos y obtuve otras experiencias, de todas ellas, algunos recuerdos:
El Che Guevara visitó la fábrica de Refrescos donde se elaboraba la marca MATERVA, y al comprobar la situación de la calidad del producto y que no se estaba haciendo refresco de aquella marca, que tiene su base en el MATE, llamó la atención sobre el modo en que los dirigentes debieran actuar cuando les faltan materias primas y elementos para alcanzar la calidad.
En la fábrica de tabacos Moya, hubo un emocionante encuentro del Che Guevara con uno de sus soldados, ahora convertido en administrador de aquella industria. Nervioso como estaba, respondió como pudo las preguntas del Ministro de Industrias, quien le hizo una principal recomendación: estudiar es lo único que salva; eso es lo que salva saber las cosas, tienes que estudiar.
En la misma fábrica alguien le quiso regalar un mazo de tabacos. Che decidió hacer trabajo voluntario con ellos. Elaboró unos mazos y tomó uno de aquellos: Entonces, medio en serio y medio en broma, pero con energía, según me contaron aquellos trabajadores, el Che expresó que no era lícito que él aceptara aquel regalo porque le estaban sugiriendo robarle al estado sus bienes, y los trabajadores tienen el deber de salvaguardar al estado produciendo muy cuidando sus producciones.
Al finalizar el recorrido por una granja, casi entrando a la ciudad, el vehículo en que viajaban se detuvo con un desperfecto mecánico. Rápidamente se envió por técnicos para su reparación, pero el Che recogió su camisa al codo y puso mano a la obra impidiendo cualquier apoyo que no pidiese. Un rato más tarde, cuando ya se veía que venían los que debieron traer un mecánico, pero el Comandante Ernesto Guevara, se levantó con rostro triunfal... y pudieron seguir adelante.
Ya en la ciudad, un hombre trataba de poner en marcha su automóvil y pidió ayuda al carro militar que se detuvo detrás de él. Después del empujoncito, el carro averiado se puso en marcha, y el Che adelantó el suyo y desde la posición de piloto, saludó al abrumado chofer, quien sorprendido soltó el acelerador y quedó de nuevo averiado… pues no imaginaba que el Che alguna vez le hiciera ese favor. Tuvo que volver a buscarse otro “voluntario”.
El colofón de la visita fue una reunión en la que el Che explicó el propósito de construir en Bayamo una textilera, que daría trabajo a más de quinientas mujeres incluyendo la divulgación. El periódico Sierra Maestra, publicó en su primera plana el siguiente titular: Construirán en Bayamo importante textilera. Dará empleo a más de 500 mujeres.
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